Miércoles 26 de diciembre de 2018, p. 26
Labuan. Indonesia. Rescatistas indonesios utilizaban este martes drones y perros rastreadores para buscar sobrevivientes en la devastada costa oeste de Java, azotada por un tsunami que mató al menos a 429 personas, al advertir que se espera se descubran más víctimas a medida que la búsqueda se expanda.
Seguían saliendo nubes de cenizas desde Anak Krakatau, isla volcánica donde el sábado el colapso de un cráter por la marea alta generó un maremoto que golpeó las áreas costeras a ambos lados del estrecho de Sunda, entre las islas de Sumatra y Java.
Transcurrieron 24 minutos desde el desprendimiento de tierra hasta que las olas golpearon la costa y no hubo una alerta temprana para los habitantes.
Al menos 154 personas siguen desaparecidas, más de mil 400 resultaron heridas y miles de residentes tuvieron que mudarse a terrenos más altos, con una advertencia de marea alta que se extendió hasta este miércoles.
Los rescatistas utilizaban maquinaria pesada, perros rastreadores y cámaras especiales para detectar y extraer cuerpos del barro y escombros a lo largo de un tramo de 100 kilómetros de la costa oeste de Java. Funcionarios dijeron que el área de búsqueda se ampliaría más al sur.
Hay varios lugares que antes pensábamos que no estaban afectados
, indicó Yusuf Latif, portavoz de la agencia nacional de búsqueda y rescate, pero ahora estamos llegando a áreas más remotas y hemos encontrado que hay muchas más víctimas allí
.
El vasto archipiélago que se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico ha sufrido su peor cifra anual de muertos por desastres en más de una década.
Terremotos arrasaron partes de la isla de Lombok en julio y agosto, y en septiembre un doble terremoto y tsunami mató a más de 2 mil personas en una región remota de la isla de Sulawesi.
Las autoridades han advertido de más olas altas y aconsejaron a los residentes que se mantengan alejados de la costa.
Dado que Anak Krakatau ha estado en erupción activa durante varios meses, no se pueden descartar otros tsunamis
, alertó Hermann Fritz, profesor del Georgia Institute of Technology.
Los esfuerzos de rescate se veían obstaculizados por las fuertes lluvias y la escasa visibilidad. Equipos militares y voluntarios utilizaron drones para evaluar el alcance de los daños a lo largo de la costa.
Miles de personas se alojan en tiendas de campaña y refugios temporales como mezquitas o escuelas.
No podemos dormir, y si conseguimos hacerlo, pasan vehículos de auxilio o policiacos y las sirenas nos despiertan de nuevo
, señaló una mujer de 29 años que logró sobrevivir con su familia.
Un funcionario local en la ciudad de Labuan, Atmadja Suhara, dijo que estaba ayudando a cuidar a 4 mil refugiados.