Unas mil familias procedentes de Estados Unidos, que suman casi 5 mil connacionales, cruzaron ayer la frontera de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y se dirigen a varias entidades de la República para celebrar las fiestas navideñas. En esta ocasión no hubo ceremonia de recepción del gobierno federal.

Los paisanos que visitan México provienen de California, Illinois, Texas, Michigan y Florida, y tienen como destino los estados de México, Guanajuato, San Luis Potosí, Michoacán, Puebla, Jalisco y Querétaro. Este viernes y sábado se espera el arribo de miles de conacionales.

Dos días antes, los migrantes se reunieron en el estacionamiento de la tienda Walmart próxima al paso fronterizo puente Juárez-Lincoln, donde los esperaron representantes de la Asociación de Connacionales, autoridades del Servicio de Administración Tributaria, del Instituto Nacional de Migración y de los gobiernos de Guanajuato y Querétaro, así como de los municipios de Río Verde y San Ciro, de San Luis Potosí.

Juan Hernández, oriundo de Jalpan de Serra, municipio de la sierra queretana, dijo que es la séptima ocasión que vuelve con la caravana. De oficio plomero y más de 20 años de experiencia en la compañía donde labora, decidió salir de México en busca de mejores oportunidades económicas.

Leticia Márquez Mayorga, vocera de la Organización Estrada AC, que se dedica a brindar apoyo a los migrantes, dijo que ante el peligro de ser víctimas del crimen organizado en Tamaulipas, los migrantes cruzan juntos por la parte más peligrosa, Laredo, y todo el estado para protegerse.

Señaló que la madrugada del miércoles un connacional que se dirigía a Actopan, Hidalgo, fue asaltado, golpeado y despojado de dinero y de una camioneta modelo 2009 cuando transitaba por la carretera federal México-Laredo, cerca del poblado Jonacapa, municipio de Huichapan.

Por ese motivo anoche los migrantes pernoctaron en Querétaro y de día cruzarán ese tramo para evitar ser asaltados.