Mientras que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reiteró que la utilización de las fuerzas armadas no es la solución para los problemas de violencia e inseguridad, organizaciones rechazaron el chantaje del titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSP), Alfonso Durazo Montaño, de que si no se aprueba la Guardia Nacional retirarían al Ejército a los cuarteles.

En medio de la discusión sobre esa propuesta del nuevo gobierno, la CNDH señaló que el replanteamiento de ésta representa una respuesta parcial e incompleta a la problemática que se vive, y no garantizaría o contribuiría por sí misma de manera sustantiva a que se acabara con la impunidad, debilitaría nuestra institucionalidad civil y democrática.

Insistió en que la iniciativa de reforma constitucional tiene múltiples imprecisiones que podrían derivar en violaciones a los derechos humanos. Añadió que no se establece cómo se van a desarrollar a las policías civiles.

Además, la iniciativa es omisa en precisar los mecanismos de transparencia, rendición de cuentas y supervisión externa a los que tendría que estar sujeta la Guardia Nacional.

La comisión aclaró que si bien no se opone a la participación temporal y extraordinaria de las fuerzas armadas en tareas vinculadas a la seguridad de las personas y pone el acento sobre la necesidad de que ésta se regule, reitera que ante el contexto de inseguridad, violencia e impunidad que existe en diversas regiones del país, es necesaria.

Por su parte, Amnistía Internacional (AI) inició una acción urgente ante la posible reforma constitucional que crearía la Guardia Nacional. Tania Reneaum, directora ejecutiva de la organización en México, instó a que se abra el diálogo con la sociedad civil que tiene evidencia empírica de que el modelo de militarización ha afectado profundamente comunidades y familias.

Organizaciones defensoras de los derechos humanos rechazaron el chantaje de Durazo Montaño, de que se apruebe constituir la Guardia Nacional con militares y marinos o retirarían al Ejército a los cuarteles.