Barcelona. Madrid y Barcelona acercan posturas poco antes de la reunión del Consejo de Ministros de mañana viernes, día en que las principales agrupaciones independentistas ciudadanas pretenden paralizar la región para cercar al gobierno español, que encabeza el socialista Pedro Sánchez. Tras una serie de negociaciones, finalmente ambas partes anunciaron un pacto para celebrar una reunión bilateral en la que se abordarán cuestiones de la financiación autonómica, el apoyo a los presupuestos general del Estado y el conflicto político que vive la región desde hace un año.

El 21 de diciembre se cumplirá un año de las elecciones autonómicas más anómalas en la historia de Cataluña: fueron celebradas bajo el control de las instituciones por el gobierno español –entonces encabezado por el derechista Mariano Rajoy–, que aplicó por primera vez el artículo 155 de la Constitución, tras la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017.

El socialista Pedro Sánchez asumió la presidencia del gobierno español en junio y una de sus primeras iniciativas fue recuperar el diálogo con las autoridades catalanas, para lo cual decidió convocar a una reunión del Consejo de Ministros en Barcelona.

La intención era acercar posturas y trabajar con el gobierno catalán para solucionar los problemas que afectan a la ciudadanía; sin embargo, la reunión coincide con el inicio del juicio en el Tribunal Supremo contra 18 líderes independentistas que llevaron a cabo el proceso de independencia, de los cuales nueve se encuentran encarcelados; otros, como el ex presidente Carles Puigdemont, están prófugos o en libertad bajo fianza.

Madrid y Barcelona anunciaron su decisión de celebrar una reunión de sus respectivos gobiernos este jueves.

En el acuerdo se decidió llevar a cabo una reunión de los presidentes de España y Cataluña en el Palacio de Pedralbes, que se considera un lugar neutral, a la que también acudirán otros ministros, consejeros y los principales empresarios de la región.

Desde Bruselas, el presidente Sánchez insistió en que la celebración del encuentro en Barcelona es una muestra de respeto a Cataluña. Acercar el Consejo de Ministros a la España autonómica es un gesto de concordia. Estuvimos en Sevilla y vamos a estar en otras ciudades. Es un reconocimiento a la diversidad territorial admitir que no toda la vida política pasa por Madrid. Es una muestra de cariño a toda la sociedad catalana. Mientras su homólogo catalán, Quim Torra, explicó que es una oportunidad para el diálogo.

A pesar del acercamiento entre los gobiernos, las plataformas ciudadanas que pugnan por la independencia y la creación de la nueva república catalana mantienen sus planes de protestar en las calles para expresar su repulsa al gobierno español. Los responsables de la policía autonómica catalana, los Mossos d’Esquadra, advirtieron que el plan de seguridad para mantener el orden este viernes será complicado. Recordaron a la ciudadanía que tratar de impedir una reunión de este estilo se considera un delito grave que puede alcanzar los cinco años de prisión.