Tres causas centrales impulsan a la gente a dejar su lugar de origen: cambio climático, violencia y pobreza, de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Agrega que de los cerca de 30 millones de migrantes internacionales originarios de América Latina y El Caribe, alrededor de 15 millones proceden de México –11 millones, la mayoría en Estados Unidos– y de los países del Triángulo Norte de Centroamérica, es decir, Honduras, Guatemala y El Salvador.

Ayer, a propósito del Día Internacional del Migrante, la FAO difundió el estudio Mesoamérica en tránsito, donde subraya: el movimiento migratorio no es lineal y si bien ese fenómeno por lo general se ve en su comportamiento internacional, la migración interna es aún más relevante, siendo muchas veces la antesala del desplazamiento fuera de las fronteras nacionales.

Este análisis se difunde justo después de que los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron –ayer– una inversión para los próximos años de 35.6 mil millones de dólares para el desarrollo de Centroamérica y del sur de México.

Julio Berdegué, representante regional para América Latina y el Caribe de la FAO, destaca en el prólogo del estudio que no son sólo las características individuales las que deben analizarse cuando se estudia el fenómeno migratorio, pues hay condiciones de lugar, de territorio, que inducen a una mayor tasa de emigración, y eso queda de manifiesto sobre todo en las zonas rurales de esos países.

Ya no existe un perfil único del migrante mesoamericano y las noticias evidencian que hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes, indígenas, migran hacia el norte en búsqueda de nuevas oportunidades de vida y, muchísimas veces, de un espacio de supervivencia, precisa el especialista.

Así, y a partir de censos poblacionales y registros estadísticos sobre desplazamiento de personas, la FAO puntualiza además que las fórmulas para que la migración sea una opción de desarrollo y no una decisión presionada por circunstancias adversas contra las cuales los individuos poco pueden hacer, pasan por una coordinada intervención pública y privada.