explotación y abusos espeluznantesen travesías hacia EU
Lunes 17 de diciembre de 2018, p. 8
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha brindado atención desde hace varios años a los miles de migrantes centroamericanos que cruzan por México. De acuerdo con cifras de esta agrupación, 68 por ciento de estos pacientes reportó haber sido víctima de violencia durante su tránsito hacia Estados Unidos.
Asimismo, un tercio de las mujeres fue abusada sexualmente y una cuarta parte de las consultas otorgadas a estas personas están relacionadas con lesiones físicas o traumas intencionales.
En Nuevo Laredo, Tamaulipas, tan sólo en los dos últimos dos meses, uno de cada cuatro pacientes atendidos por los equipos de salud mental de MSF ha sido víctima de secuestro.
En el contexto de la cumbre del Pacto Mundial para la Migración, que se celebró hace unos días en Marrakech, Marruecos, la presidenta internacional de MSF, Joanne Liu, refirió que las personas de los países del Triángulo Norte de Centroamérica huyen de la violencia y las amenazas en sus lugares de origen sólo para ingresar en un espeluznante ciclo de explotación y abuso. Las personas que viven allí están conscientes del sufrimiento que experimentarán al emprender el camino. Pero incluso el conocimiento de tales riesgos no los disuade
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Subrayó que las mujeres y hasta las niñas usan anticonceptivos porque asumen que serán violadas durante su travesía a Estados Unidos. Las personas se ven obligadas a elegir entre la violencia en sus países y la lejana posibilidad de un futuro lleno de esperanza
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Se calcula que cada año alrededor de 500 mil personas huyen de El Salvador, Honduras y Guatemala, por lo que desde hace más de seis años MSF ha ofrecido atención médica y sicológica a la población migrante y refugiada en tránsito, constatando su vulnerabilidad y exposición a episodios de violencia por parte de diferentes grupos delictivos en México y de las autoridades, los cuales ocurren en total impunidad, aseveró Sergio Martín, coordinador de MSF en el país.
La mayoría de ellos huye de la violencia, la extorsión y reclutamiento forzado a manos de las grupos criminales y las maras que operan en sus países; pero al cruzar por México en condiciones precarias se exponen a asaltos, extorsiones, violencia sexual, trata de personas, secuestros, tratos crueles, inhumanos y degradantes y tortura por parte de delincuentes organizados que controlan sus rutas de paso.
Aunado a ello, el gobierno de Estados Unidos limitó aún más las concesiones de asilo a los centroamericanos, lo que junto con la lentitud para procesar las solicitudes en los pasos fronterizos, construye un muro administrativo que aumenta la vulnerabilidad de esta población, sostuvo.
Estamos hablando de población que necesita desesperadamente obtener medidas efectivas de protección y asilo. Muchos de ellos están en riesgo tanto en sus países de origen como en México, donde forzarlos a quedarse es inhumano e ilegal
, manifestó.