Cuernavaca, Mor., El 16 de diciembre de 1988 José Ramón iba a una reunión del Frente de Defensa del Voto, pero policías estatales lo detuvieron y ya después no se supo nada de él.

Fue luego de tres fiscales que se logró establecer la responsabilidad del gobierno en su desaparición, aseguró José Martínez Cruz, de la Comisión Independiente de Derechos Humanos (CIDH), al cumplirse 30 años de la ausencia del activista. José Ramón, según la CIDH, fue candidato del Partido Revolucionario de los Trabajadores a presidente municipal de Cuautla, en marzo de 1988, y apoyó la candidatura de Rosario Ibarra a la Presidencia de la República en julio del mismo año, por el mismo partido.

“Una vez que se impuso el fraude contra (Cuauhtémoc) Cárdenas salió a encabezar la protesta en defensa de la voluntad popular.

Su liderazgo se forjó al calor de la lucha, debido a su preparación teórica como militante internacionalista en el trotskismo, fue nombrado parte del secretariado del Frente de Defensa del Voto”.

Los últimos que tuvieron contacto con él, recordó Martínez Cruz, fueron los policías del estado que lo interceptaron, según testigos. “De inmediato sus familiares y camaradas denunciamos su desaparición y se organizaron huelgas de hambre, marchas, caravanas y foros internacionales por el primer desaparecido del régimen salinista. Se logró crear una fiscalía para el caso, dijo.

Reiteró que tuvieron que pasar tres fiscales para llegar a la conclusión de que el autor fue el Estado.