Crear la Guardia Nacional debilitaría la institucionalidad civil y democrática en México; como se ha presentado en el Congreso, no garantiza justicia, en todo caso disuasión y genera un gran riesgo de que se presenten o propicien violaciones a derechos humanos, denunció el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.

Al acudir a la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados para exponer la postura de la CNDH en torno a la iniciativa de reforma constitucional promovida por Morena para crear la Guardia Nacional, el ombudsman criticó tal pretensión: Entregar la seguridad pública a instituciones y personal de carácter eminentemente militar no garantiza de modo alguno que se revierta la situación de ilegalidad, impunidad, corrupción y violencia; la seguridad es una necesidad, no un campo para intereses políticos o de otra índole.

González Pérez inició el desglose de sus argumentos en contra de la propuesta morenista con un reconocimiento a la contribución y sacrificios que han hecho los elementos de las fuerzas armadas, dejando las tareas que les son propias.

Militares no han logrado que retorne la paz

Subrayó que la paradoja que encierra la participación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad, se manifiesta porque a 12 años de la intervención de ambas instancias en el combate a la inseguridad los problemas en el país están lejos de resolverse. Se han acumulado miles de casos de homicidios y personas desaparecidas, que la presencia de militares no ha podido, por sí misma, prevenir o remediar; además de que se han cometido múltiples casos de violaciones a los derechos humanos, responsabilidad directa de servidores públicos.

México, adujo, necesita mayor y mejor seguridad, pero no a cualquier costo y no de cualquier tipo. Requerimos la seguridad propia de un Estado democrático de derecho, donde las instituciones civiles no estén subordinadas ni acotadas a mandos o estructuras militares, donde el respeto a la dignidad de las personas no esté condicionada a actuaciones autoritarias o discrecionales.

Subrayó el compromiso del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en torno al respeto de las garantías individuales y, en ese sentido, reiteramos el llamado que hemos hecho a que el país, por graves y apremiantes que sean las circunstancias, no se permita renunciar a la institucionalidad civil y democrática. El presidente de la CNDH advirtió que en México no podemos empezar a depositar la garantía directa de los derechos en órganos o estructuras militares. Parte muy relevante del surgimiento y consolidación democrática en el país, que ha permitido, entre otras cosas, la alternancia en el poder y la ampliación del catálogo de derechos y libertades de los que gozamos las y los mexicanos, ha sido consecuencia de la responsabilidad y compromiso asumido por las instituciones civiles y militares, para mantener una separación básica entre ambos ámbitos.

Así, consideró que la iniciativa de Morena implica abrir la puerta –dijo– a que dejemos de lado el esquema de separación y coordinación que hasta esta fecha ha determinado las relaciones entre civiles y militares, para propiciar que estos últimos asuman un papel determinante en la cotidianidad de las personas.