Viernes 14 de diciembre de 2018, p. 7
En la iniciativa de reforma al artículo tercero constitucional que propone el gobierno federal, se incluye considerar la educación como un derecho de toda persona para alcanzar el bienestar
, el cual es uno de los ejes centrales de la Cuarta Transformación, pues establece que el Congreso de la Unión expedirá las leyes necesarias para unificar y coordinar la enseñanza como elemento de bienestar para la población
en todo el país.
También se reconoce explícitamente que la educación que imparta el Estado deberá fomentar el civismo y la cultura de la paz. Deberá ser una formación equitativa, incluyente y respetuosa de la diversidad cultural y étnica del país.
Se propone, por primera vez, incluir en la Carta Magna que en las regiones del país con población indígena se deberá impartir una educación bilingüe y bicultural, así como ofrecer acciones de carácter alimentario
en escuelas de prescolar, primaria y secundaria ubicadas en zonas vulnerables y garantizar políticas incluyentes para alumnos de escasos recursos.
Además, se establece que el Estado incentivará la investigación científica y tecnológica que se realice en el país, y fortalecerá la cultura como un principio al que todos los mexicanos tienen derecho
.
Agrega que el Poder Ejecutivo federal determinará los planes y programas de estudio de educación básica y normal en todo el país, para lo cual deberá tomar en cuenta la opinión de los gobiernos estatales, así como de diversos actores educativos, entre ellos los maestros y los padres de familia, en los términos que la ley señale.
Por lo que respecta al papel que deberán asumir los padres de familia en materia educativa, la reforma propuesta a la fracción I del artículo 31 constitucional establece que será obligación de los mexicanos ser responsables de que sus hijos o pupilos concurran a las escuelas para recibir la educación obligatoria y, en su caso, reciban la militar, en los términos que establezca la ley
, y agrega que deberán verificar su progreso y desempeño, velando siempre por su bienestar y desarrollo
.
La iniciativa establece que tras la aprobación de la reforma, los congresos federal y estatales deberán realizar las adecuaciones correspondientes para dar cumplimiento al nuevo marco normativo, dentro de un plazo de 180 días posteriores a su entrada en vigor.