Homenaje a Sergio Leone en Francia
l cine lo traía en la sangre pues sus padres, Vincenzo y Edvige, fueron importantes actores. Además, Vincenzo realizópelículas mudas. No debeextrañar entonces que cuando tenía 10 años y fue a una sala de cine por primera vez,quedara fascinado con laspelículas de John Ford, Michael Curtiz o CharlesChaplin.
La América que esos directores muestran en la pan-talla, y especialmente el oeste, la completará leyendo aHemingway, Dos Passos,Fitzgerald, Chandler.
Por eso Sergio Leone (Roma, 1929-1989) siempre dijo que la pasión de su vida era el cine. Comenzó como ayudante de Vittorio De Sica en Ladrón de bicicletas, donde además aparece como un seminarista que se protege de la lluvia. Conocerá a fondo el entripado de la industria al lado de grandes productores y realizadores italianos y estadunidenses: Soldati, Steno, Fa-brizi, Zinnemann, Aldrich.
Aunque dirige algunas películas exitosas, entre 1964 y 1969 da un giro total al imaginario oeste americano, en lo narrativo, visual y sonoro con tres clásicas: Por un puñado de dólares, El bueno, el malo y el feo y Érase una vez en el oeste, filmadas en Almería, España. En ellas salta a la fama un actor desconocido: Clint Eastwood. Luego, en 1984, realiza la que se considera su obra maestra: Érase una vez en América, con Robert De Niro en el papel principal.
En esas y otras películas, Sergio Leone muestra su gran cultura visual, con referencias a las pinturas de Goya, Degas, Hopper, Daumier y, sobretodo, Georgio De Chirico.Igual lo hace con sus autorespreferidos, destacadamenteMiguel de CervantesSaavedra.
En 2019 se cumplirán 30 años de la muerte de quien dijo que Homero era el más grande escritor de western.
La Cinemateca de Francia le rinde homenaje con una magna exposición a la que se suma la exhibición de sus películas y las partituras musicales que para algunas de ellas hizo Ennio Morricone. Y por 95 dólares puedes llevarte a casauna réplica del jorongo de Clint. Pero no de lana, depoliéster.