El regreso de la NBA a la Ciudad de México fue como se acostumbra: vibrante y entusiasta. En un duelo de volteretas, Magic de Orlando venció 97 a 91 a los Bulls de Chicago, un equipo querido y de manera notoria apoyado por los asistentes.

Destacó la actuación de Nikola Vucevic, quien cerró con un doble, para sumar 26 puntos y 10 rebotes para los de Florida. A los fieles al basquetbol no les inquietó que una ciudad se paralizara por la final de futbol local, y 20 mil personas acudieron a la Arena de la Ciudad de México para ver un duelo de temporada regular de la mejor liga del deporte ráfaga.

La primera visita de los Bulls de Chicago recibió por tanto la respuesta inmediata de aficionados, ya maduritos en su mayoría, que esperaron décadas para poder verlos en vivo, pero que aún tienen frescas las imágenes de Michael Jordan, la estrella inolvidable.

Ni el Magic ni los Bulls llegaron con números para presumir. Los Bulls, con sólo seis victorias y la dolorosa suma de 22 derrotas; Orlando, con 12 ganados y 15 perdidos.

Chicago fue al ataque en el inicio del primer periodo. Tomó delantera ante un Orlando que parecía que necesitaba algunos minutos para entrar en el juego. Cerraron esa parte con ventaja para los Bulls 26 a 24.

En el segundo periodo remontó por fin Orlando, con la eficiencia y precisión de tiros de triples de Terence Ross, Mo Bamba, DJ Augustin y Vucevic. Difícil cada vez más para Chicago, a pesar de la combatividad de Zach LaVine. La ventaja ahora para el Magic era de 51 a 46.

Orlando mantuvo la ventaja en el tercer periodo, con 77 a 71, apostando a los tiros triples, con aciertos de Gordon, Vucevic, Isaac, Augustin, Simmons y Mo Bamba. Los Bulls resistieron y trataron de acercarse, y se aproximaron gracias a la insistencia de Justin Holiday y LaVine.

Pero el cuarto periodo fue una montaña rusa de emociones. Chicago le dio la vuelta y a segundos del final fue empatado y hecho trizas por la eficacia del certero Vucevic, para que Orlando venciera 97 a 91 a los Bulls.