Entre los peregrinos que ya empezaron a llegar para celebrar a la Virgen de Guadalupe y fieles que cada ocho días asisten a la misa dominical en la Basílica, el cardenal Carlos Aguiar Retes reiteró que el país enfrenta desafíos muy grandes y graves como la violencia y los homicidios.

En su homilía lamentó los suicidios en adolescentes que pierden el sentido de la vida en tan temprana edad. De igual manera, el arzobispo primado de México se refirió a los migrantes y comparó este fenómeno con el destierro que sufrieron los israelitas con la dominación de Babilonia y que los obligó a migrar hacia el norte.

"Nuestro pueblo de México tiene una experiencia semejante en todos los migrantes que han ido a buscar la forma de sobrevivencia digna en el país del norte. También Babilonia quedaba al norte de Israel", dijo. Previo a la celebración se hizo el anuncio de que el cardenal Aguiar Retes designó a monseñor Guillermo Moreno Bravo como canónigo del cabildo de Santa María de Guadalupe.

Moreno Bravo fue vicario general durante el arzobispado del purpurado Norberto Rivera Carrera.

Por otra parte, en el editorial del semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México señaló que en el inicio de este sexenio las fiestas guadalupanas nos ofrecen la oportunidad de trabajar en dos dimensiones fundamentales: lo religioso y lo social, a fin de dejar de lado las discordias, contemplarnos como hermanos y servir a México desde nuestros respectivos ámbitos.

La Virgen de Guadalupe, añadió, debe ser ícono y paradigma para la nueva etapa política de nuestro país. Su acción conciliadora a través de Juan Diego para impulsar la unión de un pueblo naciente.