Para el Partido Revolucionario Institucional (PRI) llegó la hora de definirse o de diluirse. Ya no hay más tiempo, advierte la declaración de principios de una nueva corriente de opinión en este partido, denominada Movimiento Líder, cuyo propósito es participar en la refundación del tricolor.

José Encarnación Alfaro, uno de los firmantes y ex integrante del Comité Ejecutivo Nacional, llamó a la dirigencia priísta a realizar un proceso abierto a la militancia para la renovación del comité nacional.

El diputado Héctor Yunes Landa, quien encabeza este grupo, aseguró que el partido vive su etapa más difícil tras la derrota del 1º de julio, por lo que es impostergable un proceso de refundación y renovación del PRI.

Estamos a favor de que se prepare la asamblea nacional del partido; desde luego, en un año habrá cambio de dirigencia, pero no traemos gallo, ese no es nuestro propósito, sino adecuar el partido a la nueva circunstancia, como una oposición distinta, señaló.

Movimiento Líder fue impulsado por quienes, tras la debacle de 2000, la primera vez que el tricolor perdió la Presidencia de la República, crearon Alianza Generacional.

Dieciocho años después, varios de ellos, principalmente líderes municipales y estatales, se reagrupan para decir que la reforma del PRI es urgente y debe ser producto de la participación activa de todos sus militantes. Sin duda, se indica en la declaración política, la explicación de la pasada derrota electoral se ubica en el abandono de las definiciones ideológicas y éticas del partido.

Ahora, dice Movimiento Líder, cuando el horizonte político tiende a dividirse entre el nacionalismo revolucionario-populista representado por Morena, y la derecha neoliberal encarnada por el PAN, se abre un amplio espacio ciudadano para la socialdemocracia y de un PRI comprometido con la libertad y la igualdad. Ese debe ser el camino de nuestra refundación.

De otra manera, señaló, la Cuarta Transformación corre el riesgo de convertirse en la masa crítica discrecional de las ocurrencias de un liderazgo autoritario y mesiánico.

Es hora, subrayó, de cerrar el paso al influyentismo, la corrupción y la impunidad, y de una militancia comprometida ideológicamente y dueña de la acción democrática de su partido.