Antes de que termine el actual período de sesiones –en este mes–, el Senado elegirá al ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que habrá de sustituir a José Ramón Cossío, adelantó el coordinador de Morena, Ricardo Monreal.

En entrevista, defendió la terna presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Dijo que tanto Juan Luis González Alcántara Carrancá como Loretta Ortiz Ahlf y Celia Maya García son profesionales honestos e incorruptibles; el hecho de que hayan participado en política no es motivo para que los descalifiquen, consideró.

Sobre las críticas por la relación que los tres candidatos tienen con Morena, el también presidente de la Junta de Coordinación Política insistió en que son gente notable en materia jurisdiccional y en la academia.

Detalló que Loretta Ortiz ha hecho aportes importantes a la academia y la magistrada Celia Maya tiene carrera judicial. Son dos mujeres honestas, con talento y capacidad, al igual que González Alcántara Carrancá, por lo que el hecho de participar en un partido no los excluye de integrarse a un tribunal judicial.

Destacó que cualquiera de los tres que se elija en el Senado será bueno; detalló que las comisiones dictaminadoras van a tomar en cuenta el criterio de perspectiva de género, pero también experiencia, capacidad talento y honestidad.

Por otra parte, comentó que respeta la decisión de PRI, PAN, PRD, MC y algunos senadores del PVEM y una del PT de controvertir la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, pero expresó que a su juicio no hay interferencia del Legislativo en otros poderes, como argumentan los promotores de ese recurso.

Recordó que PRI y PAN votaron tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados esa norma reglamentaria de una reforma constitucional, pero ahora presentaron una acción de inconstitucionalidad para tratar de que la SCJN eche abajo la legislación que elimina la esfera de privilegios.

En Morena creemos que es moralmente conveniente y necesario que disminuyan los altos salarios, los privilegios de una clase gobernante, ya sea en el Poder Ejecutivo, en el Judicial o en el Legislativo, a la que se le pasó la mano, se excedió y se convirtió en burbuja, en élite dorada con recursos económicos del erario, señaló.