La película Roma, de Alfonso Cuarón, es un retrato de lo que vivimos no sólo una persona, si no 2.4 millones de trabajadoras del hogar que desconocen sus derechos y, a veces, sufren maltrato.

Así lo expresó Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar, quien antes de la función especial de la famosa cinta, que fue presentada a senadores de la República, también lanzó la campaña RomaNosUne.

La noche del miércoles, en la sala de cine del IFAL, legisladores de diversas fracciones parlamentarias y otros invitados se pusieron un guante verde de plástico –que se utiliza para hacer labores domésticas– con letras blancas donde se leyó: Ponte los guantes por los derechos de las trabajadoras del hogar.

Roma, dijo, Marcelina Bautista es una traducción de las formas que asumen los diferentes Méxicos, donde existe una parte privada en la familia que no se ve. Las mujeres siempre padecemos o resolvemos situaciones, por eso creemos que el compromiso del Estado debe ser garantizar los derechos de las trabajadoras, especialmente porque también están involucrados los empleadores.

Reclamo histórico

El largometraje nos habla, entre otras cosas, de cómo analizar y resolver los problemas en el trabajo doméstico. Por esa razón, con esta película sentí mucha emoción y me identifiqué, porque la mayoría de las veces no decimos nada de lo que sentimos a las familias donde trabajamos. Sin duda, queremos a los niños que cuidamos y la casa donde vivimos.

Es de resaltar que si la película está dedicada a una trabajadora del hogar y Cuarón ha reconocido esta labor, esta cinta puede y debe ser un ejemplo para muchas personas que nos maltratan y que por nuestra condición social tenemos que aguantar.

Roma es una clara revelación de lo que pasa en lo privado; el cineasta lo llevó a la pantalla grande para que se haga conciencia de lo que podemos hacer más allá de lo expuesto en la película.

Esta proyección especial dedicada a los senadores es una manera de reclamar que en la historia de México no se ha reconocido nuestro trabajo; ahora los legisladores tienen un gran camino y un compromiso con este sector de la sociedad. Esta es la razón por la cual tenían que ver la cinta, para que entiendan nuestro trabajo.

Precedente legal

Bautista celebró junto con otros integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar que tras décadas de invisibilidad la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconoció que es inconstitucional y discriminatorio que los empleadores no les otorguen seguridad social a sus trabajadoras domésticas.

Agregó: Esta resolución no sólo es un precedente para México, sino para América Latina. Estamos contentas porque llevamos casi 20 años luchando por el reconocimiento de nuestro trabajo y derechos.

El trabajo doméstico, siguió Bautista, ha sido objeto de condiciones inadecuadas, extensas jornadas, bajos salarios, expuestas a condiciones que están lejos del trabajo digno; además, la Suprema Corte admitió que se trata de discriminación que afecta sobre todo a mujeres, pues de cada 10 trabajadores del hogar, nueve son mujeres.

Emilio Lezama, representante de la producción de Roma, afirmó: Para la película y para Alfonso Cuarón, el sentido social de esta obra es sumamente importante. No se trata sólo de ver una cinta y su estética o arte, sino de utilizarla para hablar de temáticas sociales que sucedieron en México en los años 70, las cuales siguen hasta la fecha exactamente iguales. Esto quiere decir que, en más de 40 años, las condiciones de las trabajadoras del hogar están en la misma situación.