El año pasado los mexicanos gastaron 7 mil 218 millones de pesos en sobornos, cantidad superior al presupuesto federal de tres programas de la Secretaría del Bienestar: estancias infantiles, comedores comunitarios y el programa de coinversión social –que se lleva de la mano con asociaciones civiles para el combate a la pobreza–, los cuales en conjunto contaron con una bolsa de 7 mil 146 millones de pesos en 2017.

De hecho, nueve de cada 10 mexicanos perciben la corrupción como algo frecuente entre los empleados del gobierno y más de la mitad cree que es uno de los principales problemas del país, por debajo de la inseguridad y la delincuencia, reportó este jueves el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

La ocurrencia de hechos de corrupción no es tan alta como la percepción de esta, consideró. El año pasado, 14.6 por ciento de la población en contacto con algún servidor público experimentó algún acto de corrupción, mientras en la misma situación se vieron 5.4 por ciento de los establecimientos, añadió.

A pesar de ser un problema en todo el país, la Ciudad de México destaca porque 20.1 por ciento de quienes tuvieron contacto con alguna autoridad refirió un intento de extorsión, y de 2013 a la fecha Sonora, Guerrero y Aguascalientes también presentaron un mayor deterioro de este indicador. Para las empresas, la corrupción aumentó en San Luis Potosí, la Ciudad de México y Querétaro.