Fitch: se evitaría riesgo a corto plazo
La medida es sólo para amortiguar complicaciones, dice la Concanaco
Miércoles 5 de diciembre de 2018, p. 29
El plan de recompra de bonos por mil 800 millones de dólares del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es una señal positiva, porque tiene como objetivo reducir el endeudamiento y desactivar cualquier conflicto contractual con los inversionistas tenedores de 6 mil millones de dólares, consideró Adrián Garza, vicepresidente de Moody’s y analista sénior de la calificadora de valores.
Señaló que el precio de 90 dólares por título sobre un precio de 100 es atractivo para los inversionistas, si se considera que los bonos del NAIM llegaron a caer hasta 76 dólares por papel. Explicó que la baja en el precio de éstos fue un resultado combinado: por la decisión de la cancelación del NAIM y por el alza de las tasas de interés.
Incluso, dijo, si no se hubiera tomado la decisión de cancelar la nueva terminal aérea, se habría presentado una baja de los bonos por los recientes incrementos de las tasas de interés.
En conferencia de prensa, indicó que el fideicomiso para la construcción del NAIM tiene la liquidez suficiente para hacer el pago de la recompra de los bonos, porque hay en caja alrededor de 5 mil millones de dólares.
Adrián Garza mencionó que es difícil que se revierta la decisión de cancelar la construcción del NAIM. Lo que se busca con la recompra de bonos, agregó, es hacer una propuesta amigable
y disipar dudas.
Hay una amplia gama de percepciones de los inversionistas, porque hay quienes ven muy atractiva la oferta y otros que prefieren mantener el papel hasta el final de su vencimiento.
El analista manifestó que el objetivo es reducir el endeudamiento y dejar la transacción limpia.
Para ello se requiere una mayoría simple, que acepte modificar el contenido de los mismos.
Esa operación, añadió , se cerrará a principios de enero próximo y se requiere que 50 por ciento más uno de inversionistas tenedores de contratos de cada una de las cuatro series acepte la compensación y apruebe una modificación de los términos contractuales.
Por separado, la calificadora Fitch Ratings estimó que si tienen éxito la propuesta y la oferta de consentimiento anunciada por el Fideicomiso del Aeropuerto de Ciudad de México, se aliviarían algunos riesgos a corto plazo, ya que la licitación daría como resultado una reducción inmediata de la deuda pendiente hasta de mil 800 millones de dólares, mientras el consentimiento evitaría que los tenedores de bonos desencadenen un evento de incumplimiento y aceleración de los vencimientos de la deuda.
Sin embargo, la incertidumbre respecto de los problemas crediticios clave probablemente evitará una acción de calificación positiva en el corto plazo.
Una evaluación más baja de los impulsores de calificación clave podría llevar a una disminución de las calificaciones, a pesar de una mejora en los indicadores de apalancamiento.
Sin embargo, Fitch cree que los fundamentos crediticios de los aeropuertos de Ciudad de México siguen siendo consistentes con una calificación de grado de inversión. La solidez de la demanda de tráfico entre Ciudad de México y los principales destinos mundiales, incluso con instalaciones aeroportuarias limitadas y deficientes, respalda esa opinión.
En tanto, el sector privado del país dijo que la recompra de bonos no significa que esa acción vaya a incidir en el destino de la obra, pero consideró que da señales de certidumbre.
En conferencia de prensa, José Manuel López, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Sevytur), sostuvo que se trata de una estrategia que no está ligada a las posibles bondades y problemas del proyecto en Texcoco, pues sólo es para amortiguar complicaciones.
Francisco Cervantes, líder de la Confederación de Cámaras Industriales, comentó que son señales de confianza.
El sector empresarial, apuntó, espera que se reflexione sobre la posibilidad de dar viabilidad de alguna forma al proyecto con modificaciones, si es necesario.