El presidente Andrés Manuel López Obrador definió que inició su sexenio sin problemas y, al mismo tiempo que apretó el puño derecho, expresó: Tengo las riendas del poder en las manos; es decir, hay gobierno en México.

En su primera conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, una vez que recibió la información en materia de seguridad de las 24 horas previas, reportó que el domingo comenzó su programa de seguridad, con el despliegue de 35 mil 745 elementos de las policías Militar, Naval y Federal, en 150 coordinaciones en el país y que se integraron 29 de 32 comités estatales de seguridad.

Falta que se instale hoy (ayer) Sonora y Baja California y se está llegando a un acuerdo con los gobernadores, declaró.

El Presidente resaltó que conducirá el gobierno, no como piensan nuestros adversarios, los conservadores, que se frotan las manos, en espera de que se descomponga el país.

Al contrario, añadió, su gobierno tendrá más legitimidad, una vez que se apliquen más acciones públicas, pero también llamó a evaluar que se trata de una transformación del país. Hay quienes no lo quieren ver, pero la realidad se impondrá, dijo.

Incluso respondió al anuncio del Partido Acción Nacional (PAN) en el que se le compara con personajes como Hitler y Stalin. Está bien eso, que empiecen a ser oposición, eso está bien. Es un buen ejercicio. Llevan tiempo sin ser oposición. Desde que se fundó ese partido, no eran oposición y, sobre todo, a partir de 1988 se convirtió en un partido del régimen, definió.

Habrá respeto y no censura

El PAN ahora, dijo, retoma sus orígenes como partido opositor y siempre tendrán nuestro respeto y no habrá censura, vamos a garantizar el derecho a disentir. Estamos bien y de buenas. No vamos a enojarnos.

En la conferencia, de 52 minutos y realizada en el antiguo Salón de la Tesorería, el Presidente rechazó que su gobierno pueda aceptar acuerdos con la delincuencia organizada.

Nosotros no vamos a establecer ningún tipo de acuerdo ilegal. Tenemos muy claro que debe existir una línea divisoria, una frontera, entre autoridad y delincuencia. Cuando ya no hay esa frontera, ya no existe la autoridad. Y vamos a procurar que se respete a la autoridad, resaltó.

A la conferencia lo acompañaron los secretarios que precisamente integran el gabinete de seguridad: de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; Defensa, Luis Cresencio Sandoval; Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán; Seguridad, Alfonso Durazo, y el encargado de despacho de la Procuraduría General de la República, Alejandro Gertz.

Como había anunciado, López Obrador encabezó la reunión desde las 6 de la mañana –a Palacio Nacional llegó a las 5:45 horas– y ahí, dijo, se le informó que entre sábado y domingo el promedio de asesinatos en el país fue de 50, 10 menos que al cierre del sexenio pasado, aunque aclaró que aún se revisan las fuentes de donde provienen esos datos.

Uno de los primeros acuerdos del gabinete de seguridad es mantener la protección a personas amenazadas, en particular a periodistas.

Recordó que una de sus decisiones fue retirar escoltas a funcionarios y a los ex presidentes, pero ese lunes se decidió continuar con la protección y vigilancia a luchadores sociales en riesgo. Se refirió en este punto al caso del director de Orión Informativo, Alejandro Márquez, asesinado en Nayarit. Vamos a estar pendientes. Inclusive voy el viernes a Tepic, indicó.

Explicó que se comenzó a revisar la incidencia delictiva, pero también se evalúa el origen para contar con una fuente confiable.

El jefe del Ejecutivo resaltó que el cambio empezó con asuntos pequeños, pero significativos: viajó el domingo a Veracruz en un avión comercial y sin el desaparecido Estado Mayor Presidencial, al mismo tiempo que se anunció la venta del avión presidencial; y las conferencias de prensa, sin censura, ninguna barrera entre él y los reporteros.

En campaña, López Obrador dijo que no viviría en Los Pinos porque está embrujada y no se limpiaría ni con una rameada. Ayer, expresó que al abrirse al público ya se le hicieron las ceremonias correspondientes, las limpias. Al abrirse al público, ya se purificó. Vamos a ver si hay tiempo de ir a visitarla.