Martes 4 de diciembre de 2018, p. 4
Frente a las severas críticas que ha recibido la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por el caso Ayotzinapa, en particular de los padres de los normalistas, las organizaciones que los acompañan e investigadores que han trabajado en el asunto, el organismo nacional emitió ayer una serie de consideraciones, entre las que rechazó que su investigación avale la llamada verdad histórica
.
Pero a la vez, subrayó, se debe investigar a quiénes pertenecen los más de 63 mil fragmentos óseos recuperados tanto en el basurero de Cocula, Guerrero, como en el río San Juan, y que están bajo resguardo de la Procuraduría General de la República, a fin de determinar si se trata o no de algunos de los estudiantes desaparecidos de manera forzada desde hace más de cuatro años.
“Para la CNDH, la verdad en el caso Iguala es una y no admite adjetivos que condicionen o determinen su contenido, el cual debe estar sustentado en la evidencia objetiva y verificada de hechos, no así en opiniones o pareceres, ni sujeta a coyunturas o intereses políticos ni de ninguna otra índole. Este organismo nacional no avala la denominada teoría de la ‘verdad histórica’, pero también sostiene que las críticas y cuestionamientos que se hubiesen hecho en contra de esa u otras teorías no pueden implicar que las posteriores investigaciones partan de un sesgo inicial o premisa de descartar cualquier elemento que tuviera relación o estuviera vinculado con las mismas, si encuentran sustento en la adminiculación de pruebas y elementos objetivos de convicción”.
Para la CNDH cualquier irregularidad u omisión que se compruebe que cometieron las autoridades que conocieron del caso en la obtención de los fragmentos óseos aludidos, implicaría la comisión de delitos o la apertura de nuevas líneas de investigación que tendrían que ser desahogadas con independencia de que se determine si esos restos corresponden o no a los normalistas.
Reiteró su disposición a que las evidencias que presentó en la recomendación se estudien, analicen y discutan por expertos. Dejemos que la ciencia hable
, indicó.