El coordinador de los llamados superdelegados, Gabriel García Hernández, ofreció trabajar con humildad y en diálogo y coordinación con los gobernadores, con pleno respeto al pacto federal.

Aclaró que los 32 delegados estatales no invadirán facultades de los gobiernos locales. Los gobernadores tendrán el mando político, administrativo y policiaco, sostuvo en entrevista, luego de que el pleno del Senado le concedió licencia para separarse, por tiempo indefinido, de sus tareas legislativas.

Colaborador cercano del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, insistió en que la creación de los delegados –uno por cada entidad– no tiene por qué provocar fricciones entre los mandatarios federal y estatales. A éstos, dijo, se les va a buscar una y otra y otra vez hasta que den oportunidad para aclarar que no hay ningún asunto de inconstitucionalidad y usurpación de funciones.

La misión de los delegados estatales es servir a los gobernadores para avanzar en los problemas de pobreza e inseguridad, asunto que nos atañe a todos.

El ahora senador con licencia rechazó asimismo que vaya a concentrar poderes metaconstitucionales y señaló que habrá miles de ojos puestos en la función que realizarán. Comentó también que la interlocución con los gobernadores la tendrá la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

En tanto, pidieron licencia tres senadores más que serán delegados estatales, entre ellos Delfina Gómez, del estado de México; Gilberto Herrera Ruiz, de Querétaro, y Víctor Castro Cosío, de Baja California Sur.

Rinden protesta senadores suplentes

Ayer rindieron protesta tres senadores: Laura María de Jesús Rodríguez Ramírez (mejor conocida como Jesusa Rodríguez), Gloria Sánchez Hernández y José Alejandro Peña Villa. Son suplentes de Olga Sánchez Cordero y Rocío Nahle, próximas secretarias de Gobernación y de Energía, y de Gabriel García Hernández, respectivamente.

No es usual, pero la senadora Jesusa Rodríguez de inmediato intervino en tribuna para resaltar que el presidente electo es un líder fuera de serie, como no lo hemos tenido en los pasados 80 años. Agregó: “Como a Juárez y a Ramírez, nos acompaña y nos conduce el pueblo. No se puede pedir más. Bueno, sí se puede pedir más: pongamos en letras de oro el nombre de El Nigromante. Fuera los corruptos, viva el maíz, viva México”.