La inauguración de la sala de cine Jorge Carpizo en el Palacio de Covián concitó al titular de la Secretaría de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, y a quien habrá de ocupar ese cargo a partir del sábado, Olga Sánchez Cordero.

Abrazos, besos y halagos, así como referencias a la cinematografía fue el tono del encuentro y al final dialogaron acerca de los preparativos para la entrega legal de la administración pública a la media noche del viernes.

Esto, porque la nueva estructura de la política interna no se tendrá de la noche a la mañana.

Va a tardar un poco jurídicamente esto, advirtió Navarrete a los responsables de la Comisión Nacional de Seguridad y de la Policía Federal. La ministra admitió esa circunstancia y expresó a los actuales mandos de esos organismo: Ya estamos en contacto. Les voy a pasar mi teléfono y todo. De acuerdo, nos vemos el viernes.

Cine y cultura

Navarrete y su invitada son abogados por la Universidad Nacional Autónoma de México y ambos tenpian un estrecho vínculo con el homenajeado: Navarrete Prida fue discípulo de Carpizo, y él, a su vez, aprendió de Jorge Sánchez Cordero.

En su mensaje, la ministra parafraseó a Carpizo: “Él dijo que un secretario de Gobernación debe tener una cultura vasta y señaló que ‘al Presidente se le da un resumen de todo lo que leyó durante el día. Es su brazo derecho. No es cualquier cargo’”.

Luego se refirió a la censura que se maquilaba justo en el lugar donde se inauguró el cine.

“Durante muchos años la Secretaría de Gobernación y el cine no se llevaban bien, era un espacio de la tijera editora que enlató Rojo amanecer (de Jorge Fons), Canoa, de Felipe Cazals, y muchas otras (películas) que en el capricho o temor de algunos perdieron la posibilidad de exhibirse en su tiempo… La sombra del caudillo, censurada por Gobernación durante más de 30 años. Afortunadamente el cine no se dejó.”

Sánchez Cordero cerró con una analogía de esta actividad con la política y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador:

“Si pensáramos el mandato de nuestro presidente electo con una película, la escena que la abriría sería llena de color, en cualquier lugar público en el país, con gente reunida, esperanzada, mirando al cielo, creyendo en un futuro para nuestro país. Después se cerraría la toma y haría un close up en la corrupción.

“La película está en proceso, la estamos construyendo y esperemos que se titule, como se ha señalado, La cuarta transformación.”

En su turno, Navarrete Prida advirtió a su sucesora que ser el responsable de la política interna significa vivir en Gobernación.

“Aquí se vive en plena extensión de la palabra, desarrollas tu vida, tus trabajos, tus angustias, tus emociones, tus éxitos, con un conjunto de gente, desayunas, comes, cenas, a veces duermes, aquí vives, de aquí eres (…) Aquí la regla es ‘no te vas hasta que no se vaya el secretario’, y si no se va, pues no te vas”.

Del otro lado del presídium, Zoé Robledo, próximo subsecretario de Gobernación, sólo sonrió.