Atenas. Un paro de 24 horas convocada por los sindicatos del sector privado para pedir el final de las políticas de austeridad en Grecia provocó este miércoles perturbaciones en los servicios de transporte del país, aunque no tuvo un seguimiento masivo.

El paro provocó la suspensión de las conexiones marítimas desde el Pireo, el gran puerto situado cerca de Atenas, hacia las islas del mar Egeo. Y en las avenidas de Atenas se reportaron grandes embotellamientos, ya que no había Metro ni tranvía.

Es la primera huelga organizada por el principal sindicato del sector privado, la Confederación General de los Trabajadores (GSEE), tras el fin en agosto del apoyo financiero a Grecia, un país sobrendeudado por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) desde 2010 a cambio de recortes sin precedente en la zona euro.

Mientras el gobierno de Alexis Tsipras y la eurozona se felicitan por lograr una vuelta a lo normal, la GSEE pide volver a evaluar el salario mínimo a su nivel previo a la crisis, que era de 751 euros, contra los 580 actuales.

Según la policía, 7 mil personas marcharon en el centro de Atenas, cifra muy inferior a las manifestaciones de otros años.

El pasado miércoles Grecia presentó su primer proyecto de presupuesto sin austeridad, mismo que prevé un crecimiento de 2.5 por ciento y ayuda para ingresos bajos. La tasa de desempleo del país sigue siendo la más alta de la eurozona: 19 por ciento en el segundo trimestre.

Libertad provisional a empleada doméstica

Una empleada de limpieza que fue condenada a 10 años de cárcel por falsificar un certificado de escuela primaria para conseguir un empleo estatal quedó en libertad provisional por razones humanitarias.

La condena de Dimitra Tsiantaki, de 53 años, empleada de limpieza en un jardín de niños, fue ampliamente criticada por ser excesivamente severa, y el titular de la Corte Suprema ordenó una investigación sobre la lógica de la sentencia.

Su abogado, Giorgos Sinelis dijo que Tsiantaki “era una empleada de la limpieza… Que haya terminado el quinto o sexto grado no tiene nada que ver con si cumplió con su trabajo”.

Fue condenada a 15 años, reducidos luego a 10.