Miércoles 28 de noviembre de 2018, p. 42
Es urgente revertir el modelo de crecimiento de las ciudades del país y reorientar las acciones de vivienda hacia los grupos más vulnerables. Para ello, organismos especializados como el World Resources Institute México (WRI México), C40, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, (Cepal), la Facultad de Arquitectura de la UNAM, Gobiernos Locales por la Sustentabilidad (ICLEI), el Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI, por sus siglas en inglés) y ONU-Habitat conformaron la Coalición para la Transformación Urbana.
La finalidad de la alianza, dijeron, es lograr fomentar un modelo de desarrollo urbano más próximo, conectado, sustentable, seguro e inclusivo para privilegiar el bienestar social, económico, y ambiental. Para tal fin las organizaciones efectuarán estudios detallados que permitan identificar los patrones de desigualdad social en el país, su impacto económico y las prioridades de inversión.
Al respecto señalaron que se debe dar prioridad al desarrollo en materia de vivienda, movilidad y transporte, gestión de suelo y a un sistema de planeación urbana. Invitaron a la próxima administración federal a conocer y tomar el potencial de la coalición y establecer un trabajo conjunto que beneficie el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del país
Los ponentes Adriana Lobo, directora Ejecutiva de WRI México, Diego M. Pérez, de ONU-Hábitat, Enrique Soto, de Posgrado de la UNAM indicaron que las ciudades generan más de 75 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) sin embargo 36 millones de mexicanos vive en condición de pobreza en las zonas urbanas. Los expertos afirmaron que modificar el modelo de desarrollo de las metrópolis es la oportunidad para el crecimiento económico sostenible y el combate a la pobreza.
La forma en que están creciendo las ciudades mexicanas está incrementando la desigualdad y condiciones de pobreza, segrega a los sectores de menores ingresos en zonas sin equipamientos, mal servidas, alejadas de las fuentes de trabajo. Hoy están creciendo en promedio cuatro veces más en las zonas periféricas que en los centros urbanos
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