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Revelan pagos millonarios a la PF

El Chapo, traicionado por un compadre al reanudarse su juicio
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 27 de noviembre de 2018, p. 21

Nueva York. Con referencias a un padrino, otra vez corrupción y más traiciones entre narcotraficantes se reanudó el juicio de Joaquín El Chapo Guzmán ante un tribunal federal en Brooklyn, donde ayer un testigo protegido por la fiscalía llegó para contar de los primeros años del cártel de Sinaloa y de pagos multimillonarios al súper policía y, con ello, traicionar a su compadre.

Nadie del público, incluyendo los medios, saben quiénes serán presentados como testigos en este juicio, y hoy el suspenso se incrementó cuando el juez dictó instrucciones para proteger parcialmente la identidad del testigo de la fiscalía en su caso contra El Chapo. Las cuatro mujeres que dibujan escenas en los tribunales donde no se permiten fotos recibieron la orden de no retratar la cara o ninguna característica de quien estaba por entrar.

Apareció Miguel Ángel Martí-nez Martínez, alías El Gordo o El Tololoche, quien dijo que había trabajado para el cártel de Sinaloa entre 1986 y 1998 –antes de que la organización se identificara con ese nombre– y quien señaló como su jefe y compadre al hombre sentado en la mesa de los abogados de defensa a unos 15 metros del banquillo de testigos. El Chapo, en traje negro con corbata azul, que hoy se quitó, miró fijamente a su compadre a lo largo del día mientras lo traicionaba.

Periodistas expertos en narcotráfico habían visto referencias a Martínez, pero no recuerdan que hubiera sido arrestado, por lo que suponen que no está negociando alguna reducción de condena, como otros testigos de la fiscalía que declararon que pronto lo harán. La hipótesis es que está cooperando en calidad de testigo protegido.

El fiscal asistente Michael Robbotti guio a su testigo en otra gira detallada del negocio del narcotráfico de los años iniciales del cártel de Sinaloa, obligándolo a repetir una y otra vez que todo estaba bajo la batuta de Guzmán: era quien daba las órdenes. El testigo dijo que empezó como piloto, y luego estuvo encargado de hablar con los cárteles colombianos, del transporte y almacenamiento de drogas, sobre todo cocaína, y asegurar el dinero, funciones que resumió: como un gerente de una empresa.

Dijo que había viajado con El Chapo no sólo dentro de México, sino a Colombia, Los Ángeles y en una ocasión a Las Vegas, porque su jefe quería jugar.

Lo más dramático, aunque no sorprendente, del día, fue cuando Martínez, hablando de la corrupción de policías en México para facilitar el negocio, identificó a Guillermo González Calderoni –comandante de la Policía Federal– como un amigo de El Chapo, quien lo elogiaba como un policía muy inteligente y a quien le pagaban 10 millones de dólares cada vez en unas dos o tres ocasiones desde 1987 hasta inicios de los años 90. Le llevaban sus pagos a Reynosa en los jets de Guzmán.

Indicó que Humberto Loya Castro era el encargado de hacer los arreglos con la policía en esos primeros años.

Guzmán recibía información de González Calderoni todos los días para saber dónde trabajar, dónde estaría seguro y dónde estaban ubicados sus enemigos como los Arellano Félix.

Martínez habló de la logística del movimiento de cocaína en esos años, a finales de los 80 y princi-pios de los 90, incluyendo el transporte del producto por avión y después por buques, las negociaciones con los colombianos y la red de narcotraficantes que incluía a El Chapo, los hermanos Beltrán Leyva, Amado Carrillo Fuentes y sus hermanos; además de Juan José El Azul Esparragoza, a quien Joaquín Guzmán identificó como “el jefe de todos nosotros“.

También abordó sus aventuras al transportar cientos de kilos y hasta toneladas de cocaína en aviones, las pistas clandestinas en varios puntos de México y la vez que voló desde Colombia con otro piloto, uno que había tripulado cazas F-5 en la Marina de Estados Unidos.

Contó de cómo entre 1987 y 1993 abrió varias oficinas para El Chapo en diferentes partes bonitas de Ciudad de México.

El día empezó con declaraciones de un oficial de aduanas y un experto en temas de lavado de dinero vinculado con el narcotráfico en México y Estados Unidos.

El juicio continuará hoy con este mismo testigo. Alguien reportó que si uno pone cártel en el buscador de Netflix, salen por lo menos 21 programas. Al parecer, éste podría ser el 22.