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Ver día anteriorMartes 27 de noviembre de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Negocios y empresas

Amazon, ejemplo de descentralizar

L

a descentralización del gobierno federal propuesta por Andrés Manuel ha generado grandes dudas entre los analistas. Algunos piensan que por lo costoso del proyecto y por lo arraigado que están los trabajadores a Ciudad de México, será difícil de llevar a la práctica; en cambio, otros más piensan que es un proyecto factible, ya que la tecnología permite trabajar en tiempo real sin importar el lugar de residencia.

Un caso de éxito en la descentralización es el de las empresas que usan la conexión a Internet para operar en cualquier parte del mundo. Un ejemplo es el de Amazon, que puso a competir a 238 localidades para que recibieran 50 mil empleados, de un total de 575 mil que administra esa empresa.

Distintas ciudades de Europa y América ofrecieron terrenos, infraestructura, condonación de impuestos, servicios públicos y otras facilidades para atraer a la empresa. Seattle fue la que ganó. Hay que señalar que la firma de Jeff Bezos tiene distintas sedes, comenzando por Long Island, en Nueva York, que antes era una zona industrial contaminada y abandonada y que Amazon reactivó.

Ahora Seattle cuenta con gran actividad y los empleados de Amazon abarrotan restaurantes, centros de espectáculos y tiendas. Es tal la actividad, que día tras día surgen nuevos comercios por distintas zonas de la urbe.

La descentralización del gobierno federal podría generar una reactivación semejante a la de Seattle. La gran ventaja de este proceso es que los servidores públicos llegan con trabajo, un ingreso fijo que les permite consumir bienes y servicios locales y un proyecto de largo plazo.

Si el plan de López Obrador se concreta, muchas ciudades medias de la República Mexicana se beneficiarían con mayor actividad económica, política y vida social y cultural más intensa.

Es cierto que no es fácil lograr la descentralización en México. A diferencia de los jóvenes empleados de Amazon, que lo mismo pueden trabajar en Nueva York que en Seattle, los funcionarios del gobierno ya tienen una vida hecha en la capital y difícilmente se adaptarán al cambio. Sin embargo, quienes acepten este reto mejorarán su nivel de vida y tendrán más tiempo para dedicarse a su familia y a las actividades sociales y culturales de su preferencia.