Lunes 26 de noviembre de 2018, p. 6
Ginebra. La manera de detener la migración masiva de centroamericanos a Estados Unidos es darles una perspectiva de futuro en sus propias naciones, afirmó Carlos Morazzani, coordinador de operaciones para las Américas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
En entrevista, señaló que desde al menos hace una década las condiciones en Honduras, El Salvador y Guatemala han ocasionado que miles de personas busquen mejores perspectivas, ya sea en México o Estados Unidos.
Si la gente tiene una perspectiva de futuro, de desarrollo personal y humano en el que vea que puede alcanzar sus objetivos de vida en su país, muchos no tomarían la determinación de irse. La mayoría busca ese sueño: tener un empleo con buen salario y mandarlo a su familia. Lo que buscan es sobrevivir, tener lo mínimo para desarrollarse y progresar. También están quienes se van porque su integridad está en riesgo por la violencia que se vive en sus países. Si los estados garantizaran esas condiciones, la gran mayoría no se vería orillada a irse.
El experto indicó que es imposible explicar aún las causas de la migración masiva en caravana, pero el fenómeno puede ser el comienzo de una nueva forma de movilidad.
Agregó que desde hace más de una década el CICR ha trabajado para brindar asistencia humanitaria en la región y las condiciones de estos países no se han transformado de forma radical como para que exista una salida masiva en grupos de miles de personas.
Las condiciones socioeconómicas y de seguridad de un país no cambian de la noche a la mañana; esto se daría a menos que se presentara una guerra o un golpe de Estado, y no es lo que vemos aquí. Aún nadie puede decir qué originó (las caravanas), pero sí hemos notado un efecto multiplicador. Quizás este nuevo fenómeno se puede explicar por dos razones: generan mayor visibilidad y también, al viajar juntos, entre miles, se exponen a menos problemas de inseguridad.
Morazzani indicó que si bien cada Estado tiene el derecho a controlar los flujos de entrada y salida de su territorio, también tienen el compromiso internacional de garantizar condiciones mínimas humanitarias a quienes ingresen y transiten por su suelo, independientemente de su condición migratoria: alimentación, albergues para pernoctar, salud, acceso a agua potable de calidad, seguridad en su tránsito y estancia, información para quienes deseen solicitar asilo o refugio, acceso a comunicación con sus familiares, son sólo algunas de las acciones de carácter humanitario que los países deben ofrecer a los migrantes, dijo.
Sobre el fenómeno que se observa desde la salida de la primera caravana de San Pedro Sula, el experto del CICR planteó: La gente comienza a concentrarse en los puntos fronterizos entre México y Estados Unidos para ingresar. La cantidad de gente que llega es como un cuello de botella. Será complejo dar una respuesta
.