Chihuahua, Chih., Diego Armando Maradona culpó al presidente argentino, Mauricio Macri, de la violencia que provocó el sábado la cancelación del encuentro entre River Plate y Boca Juniors de la final de vuelta de la Copa Libertadores.

En conferencia de prensa en Ciudad Juárez, el Pelusa también defendió su calidad como director técnico luego de lograr con Dorados de Sinaloa el pase a la final de la Liga de Ascenso.

Lo traje en mi cabeza todo el día; odio la violencia y a Macri qué le va a importar, si fue hijo de millonarios toda la vida. ¡Qué le va a importar que coma o no un chico de cinco años!, expresó a pregunta de reporteros sobre la violencia afuera del estadio Monumental, donde aficionados atacaron el autobús de los jugadores de Boca Juniors.

Lo de mi país es lamentable. El presidente engañó a mucha gente de que iba a cambiar esto y estamos peor que tiempo atrás. Lo que está haciendo Macri es lo peor de todos los tiempos en Argentina. Es un terror salir a la calle, hay robos por todos lados, pero éste es el cambio que votó la gente, dijo.

Reta a detractores

Maradona fue duro contra sus críticos y agradeció el trato que ha recibido del medio futbolístico de México, país que ya siente como suyo.

Quien no crea que soy director técnico que me lo diga en la cara, hay periodistas que hablan por hablar, yo tengo mi carnet de entrenador y reto a cualquiera a hablar de futbol para saber quién sabe más.

Sobre su primera final como técnico en México, expresó: “Me ha tocado llegar con jugadores maravillosos. Es la primera vez que tengo jugadores maravillosos, ojo, antes los tuve, pero estos son especiales, porque han aprovechado cada palabra que les he dado.

Cuando llegué a Dorados les dije que era dura la montaña, pero teníamos piernas para subirla; les prometí la final y ahora hemos llegado, explicó.

La clave se busca en la semana con trabajo; los jugadores tienen en la cabeza que deben ganar, darle una satisfacción a los hinchas, nadie falta a una práctica, el vestidor está conectado y eso se nota en la cancha. Si tienes un equipo que cree en ellos, en donde nadie se tira para atrás, donde todo mundo quiere llegar, es fácil llegar a la final.