Lunes 26 de noviembre de 2018, p. 8
Guadalajara, Jal., La voz de la actriz Karina Gidi retumbó fluida y llena de énfasis en el salón Juan Rulfo, en la lectura que sirvió para presentar la edición de la obra de teatro La muerte se va a Granada, de Fernando del Paso, que de presentación devino homenaje de la Feria Internacional del Libro por su reciente muerte, en el que participaron varios de sus amigos más entrañables.
Los versos y la métrica cuidada del texto con que Del Paso homenajeó a Federico García Lorca sirvieron entonces de pretexto para que Margo Glantz, Carmen Villoro, Élmer Mendoza y Daniel Constantini, con la moderación del director del Fondo de Cultura Económica, José Carreño Carlón, trajeran a cuento pasajes de la vida del novelista que falleció apenas el pasado 14 de noviembre, teniendo a Socorro Gordillo, viuda del escritor, y su hijo Alejandro, en primera fila.
“Fernando del Paso es un escritor que ha hecho de la literatura mexicana contemporánea un referente creíble y poderoso. Desarrolló una estética basada en la novedad del cuerpo lingüístico como proyección de momentos creativos irrepetibles. Dividió la luz, las sombras, y creó perspectivas imposibles que también expresó en sus dibujos.
Hizo que sus palabras estuvieran en fiestas improvisadas que no pocas veces son las mejores; su universo literario impacta directamente en los sentidos, incluyendo el sentido común
, dijo el novelista sinaloense Élmer Mendoza. Expresó que la gama de sensaciones que genera la lectura de Del Paso son inéditas y alimentan toda clase de deseos.
“Maestro, cuando leí José Trigo por primera vez tuve la sensación de que yo era un pobre infeliz, un tipo inmerso en un sueño del que casi despierto. Palinuro me pareció excitante: esos jóvenes jugando a crecer me dieron auténticas noches de carnaval. Noticias del Imperio me dio pauta suficiente para escribir mis novelas policiacas, es una novela llena de hilos palpitantes que uno puede heredar, un entramado perfecto, el orden es una variación infinita.”
Margo Glantz, quien conoció desde los años 60 a Del Paso y se dijo de las últimas sobrevivientes de esa generación brillantísima
entre la que incluyó a Carlos Monsiváis, Sergio Pitol, Juan García Ponce o Inés Arredondo, señaló que las novelas José Trigo y Palinuro de México son monumentales y extraordinarias
.
Recordó que Del Paso, tras vivir en el extranjero y asentarse en Guadalajara, solía llamarla y se veían de vez en cuando, le leía fragmentos de su última obra ensayística, Bajo la sombra de la historia, algo que me interesaba porque soy judía
.
Con pena lamentó que el próximo martes, cuando ella reciba la presea Sor Juana Inés de la Cruz que cada año entrega el Claustro de Sor Juana, Del Paso no pueda estar ni ofrecer unas palabras, como había prometido.