Domingo 25 de noviembre de 2018, p. 34
El diseño de las ciudades se ha enfocado en personas jóvenes y sanas, con lo que excluye a la población con alguna discapacidad, sea temporal o permanente, y a las personas vulnerables, como son niños, ancianos, indígenas, mujeres embarazadas, lo cual se traduce en que tengan, por ejemplo, dificultades para desplazarse por el entorno urbano.
Adolfo Benito Narváez Tijerina, de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que tiene entre sus líneas de investigación los imaginarios urbanos.
Para estudiar lo anterior, el doctor en arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México utiliza diferentes técnicas, una de ellas es la etnografía aplicada a los estudios urbanos para conocer el sentido que los ciudadanos le dan a los lugares que habitan y cómo los representan, de acuerdo con información de la Academia Mexicana de Ciencias.
Desde 2014 el investigador y sus colaboradores trabajan en el proyecto Imaginarios de la discapacidad y la exclusión, su impacto en la construcción de las ciudades mexicanas
, financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en el que se encontró que las personas discapacitadas o vulnerables son invisibles porque las ciudades que se construyen no permiten verlas.