La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Arabia Saudita planean reducir la producción de crudo y retomar los recortes al bombeo, como acordaron en 2016, pero intentarán hacerlo de manera que no contraríe al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La OPEP está preocupada por la aparición de un exceso de suministros, lo cual ha hecho caer los precios del crudo más de 30 por ciento y los tiene en su nivel más bajo desde hace más de un año, luego de que en octubre alcanzaron la mayor cotización en más de cuatro años. Pero el mayor exportador de la OPEP, Arabia Saudita, también está siendo presionado por Estados Unidos para evitar que los precios vuelvan a subir.

La estrategia para frenar la caída de los precios sin aumentar la ira del presidente estadunidense implica que Arabia Saudita reduzca su extracciones hasta en un millón de barriles por día, explicaron miembros de la OPEP y fuentes sauditas al diario The Wall Street Journal.

La solución que está considerando el cártel de productores es un recorte de producción que no lo parezca, destaca la publicación. La iniciativa obedece a la posibilidad de que el mercado petrolero tenga un suministro excesivo el año próximo.