La Habana. Ataviados con sus batas blancas y portando banderas de Brasil y Cuba, los primeros 200 médicos cubanos del programa Más Médicos arribaron este viernes a esta capital procedentes de Brasilia, después que el gobierno de la isla, presidido por Miguel Díaz-Canel, se retiró del proyecto de salud ante las exigencias del presidente electo brasileño, el neofascista Jair Bolsonaro.

Hemos defendido que son más que médicos y es verdad. Ustedes han regresado a la patria con una vivencia revolucionaria y humana que los ha engrandecido, expresó al grupo Díaz-Canel al recibirlos junto con el canciller, Bruno Rodríguez, el ministro de Salud, José Ángel Portal, y otros funcionarios en el aeropuerto internacional José Martí.

Momentos antes el presidente cubano calificó en un tuit a los trabajadores como apóstoles de la salud cubana y destacó que llegaban a la isla con la dignidad como escudo y bandera...El mejor homenaje a fallecido líder de la revolución cubana Fidel Castro en sus dos años de ausencia.

El chárter de Cubana de Aviación aterrizó en La Habana a las 5:15 horas después de un trayecto de casi siete horas de vuelo y un despegue con retraso. El grupo de médicos arribó al aeropuerto con sus maletas, pero también electrodomésticos y hasta a sus mascotas.

Regresamos hoy, y así lo harán nuestros colegas, con todo el honor y la dignidad del mundo. Nunca permitiremos amenazas ni que cuestionen el humanismo y la profesionalidad con que atendimos a nuestros pacientes brasileños, dijo uno de los médicos al diario Juventud Rebelde.

Se trata del primer grupo de los más de 8 mil 300 trabajadores de la salud cubanos que deben regresar de Brasil a Cuba antes del 12 de diciembre, luego que Díaz-Canel decidió retirar el 14 de noviembre a la isla del acuerdo Más Médicos, en el que participa desde 2013.

El programa, auspiciado por la Organización Panamericana de la Salud, envía a personal extranjeros a lugares remotos que no son cubiertos por médicos locales.

El gobierno cubano cobraba 3 mil 500 dólares mensuales por cada médico. De ese monto pagaba 30 por ciento a los trabajadores y el resto lo dedicaba al presupuesto estatal, del sistema de salud y educación, que en la isla son servicios gratuitos y universales para sus ciudadanos. Las autoridades conservan su puesto y salario en la isla al concluir el programa.

Bolsonaro condicionó su estancia a que revalidaran sus títulos profesionales en el país y recibieran un salario directamente del gobierno brasileño. Además, cuestionó sus capacidades y calificó sus actividades como un trabajo de esclavo por la remuneración económica que percibían.

El Ministerio de Salud de Brasil indicó en un comunicado que cerca de 113 millones de pacientes distribuidos en más de 3 mil municipios en zonas de bajos recursos, inhóspitas o carentes de médicos recibieron atención gracias al programa.

También indicó que ya cubrió con profesionales brasileños o extranjeros 84 por ciento de las plazas que dejaron los médicos cubanos. Sin embargo, la salida del personal de la salud cubano dejó sin atención a ancianos y niños en varias localidades rurales y de la periferia de las grandes ciudades de Brasil.

La salida del doctor Miguel Pantoja, el único que tenemos, es un desastre, lamentó Enedina de Oliveira, jubilada de 65 años que trataba su problema de tiroides con Más Médicos en el barrio Vila Mutirao, en el municipio de Alexania, centro del país.

En otro tema, Vallisney Oliveira, juez del distrito federal de Brasil, imputó este viernes a los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff por presunta pertenencia a una organización delictiva en la paraestatal Petrobras.

La campaña internacional para que Lula da Silva, preso sin pruebas por un caso de corrupción, sea declarado premio Nobel de la Paz en 2019 está en etapa de formalización, reportó el semanario Brasil de Fato.