El sello Elefanta adquirió los derechos de La travesía del manglar, de la ganadora del ‘‘premio Nobel nuevo’’
Sábado 24 de noviembre de 2018, p. 4
La escritora guadalupeña Maryse Condé, ganadora del Premio de Literatura de la Nueva Academia, será publicada en español por la editorial mexicana independiente Elefanta. Su novela, La travesía del manglar, aparecerá a principios de 2019, adelanta Emiliano Becerril, director de ese sello.
De ese libro en preparación, La Jornada publica en exclusiva un adelanto. Los derechos de la traducción al español de Traversée de la mangrove (Gallimard) los adquirieron antes de que la autora fuera postulada al galardón llamado‘‘el Nobel Alternativo”, creado tras el escándalo de agresión sexual en la Academia Sueca, explica Becerril en entrevista con este diario.
Según la Nueva Academia, en sus textos, Condé ‘‘describe los estragos del colonialismo y el caos del poscolonialismo con un lenguaje preciso”.
Afortunada coincidencia
Becerril refiere que hace tiempo buscaba autores caribeños y tenía un listado de nombres interesantes, pero quien le propuso a Maryse Condé fue la traductora Ana Inés Fernández Ayala. ‘‘Había visto el catálogo de editorial Elefanta y le parecía adecuado” para la escritora.
Fernández Ayala le presentó un adelanto de traducción de La travesía del manglar, que animó a Becerril a desarrollar el proyecto.
‘‘Buscamos a su editorial en Francia y pocos meses después salió el anunció de la candidatura”.
El sello francés respetó que Elefanta esté a la vanguardia para solicitar los derechos, cuenta Becerril, a pesar de que muchas personas se interesaron por aquéllos en varios idiomas después de la adjudicación a Condé del reconocimiento de la Nueva Academia.
‘‘Fue una muy afortunada coincidencia de tiempos”; incluso ‘‘tenemos alineados más títulos de ella”.
Destaca la versión al español de Fernández Ayala, pues ‘‘Maryse Condé escribe un poco en créole, que no es un francés europeo sino criollo, una cruza”, lo que dota a la traducción de un valor agregado muy importante.
Becerril llama singular a ese idioma, pues no se tienen herramientas para traducirlo de otras lenguas como el inglés o el francés; tiene ‘‘una existencia más restringida que implica un mayor esfuerzo hacerlo con fidelidad y sensibilidad”.