La Habana. Camisas de tela rústica con manchas de pintura blanca, botas de cuero como las que usan los constructores y jumpsuits estampados con el símbolo de wi-fi se pasearon por el Museo de Bellas Artes, destacado centro cultural de Cuba.

El desfile del jueves unió el diseño de Clandestina, marca de moda desarrollada por emprendedores cubanos, con el auspicio de Google, que busca promover el acceso a la red en un país que aún tiene baja conectividad.

Google nos da algo en lo que inspirarnos, dijo a periodistas Idania del Río, diseñadora y fundadora de Clandestina, que cuenta con una tienda en el casco histórico de La Habana y una página de Internet desde la cual se venden sus creaciones, algo inusual en la isla.

La colección de ropa tuvo el sugestivo título de País en Construcción y en muchas de las prendas junto al icono triangular del wi-fi se repetían las letras PEC. El desfile convocó a cientos de personas.

Como Del Río, muchos jóvenes en Cuba desean mayor acceso a Internet para desarrollar sus carreras o negocios.

Tras dos décadas de retraso en el ingreso a la red en comparación con otras naciones de la región, Cuba busca desplegar la conectividad. Pero son pocos quienes tienen acceso desde sus hogares y aún no se lanzó el servicio de datos móviles.

Clandestina está a la vanguardia de lo que es posible en Cuba. Son pioneros en avanzar. Están al frente de un movimiento social y para nosotros fue una participación natural, explicó Susanna Kohly Jacobson, directiva de Google en la isla.

Dado que no es posible conectarse desde los hogares y algunos centros de trabajo tampoco cuentan con el servicio, la mayoría de los cubanos suele inundar cada día parques y plazas donde la empresa estatal Etecsa instaló wi-fi público. Las autoridades prometieron que este año estará disponible el servicio de datos para teléfonos móviles.