Jueves 22 de noviembre de 2018, p. 18
El problema más grave
de la fracasada reforma educativa del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto fue haber vinculado el proceso de evaluación a la permanencia de los docentes en su empleo, aunque sería recomendable que esta práctica continuara en el futuro, pero ya sin esa carga condicionante.
En la primera mesa de análisis del foro ¿Qué sigue. Debates sobre el futuro de las políticas educativas y científicas, organizado por el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), académicos y especialistas en el tema educativo identificaron múltiples motivos del fracaso de la reforma, pero expresaron opiniones diversas, e incluso de incertidumbre, sobre el camino que trazará la administración federal entrante en esta materia.
También hubo divergencia sobre la posible desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Además se discutió sobre la pertinencia de que el instituto mantenga su autonomía o pase a ser parte de la estructura de la Secretaría de Educación Pública.
En la mesa ¿Qué hacemos con la evaluación de profesores y alumnos?, Wenceslao Vargas Márquez, docente y colaborador de la plataforma Educación Futura, consideró que la oposición a la evaluación impuesta por la reforma educativa no sólo provino de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sino también del magisterio nacional en su conjunto.
En su intervención, explicó que durante el siglo XX, el Estado mexicano había tutelado los derechos laborales de todos los trabajadores, pero sin decir agua va
, con la aprobación de esta reforma, a los maestros se nos ubicaron en un lugar que no merecíamos
, poniendo en riesgo nuestro empleo, ese fue el (error) más grave de todos
, dijo.
Aurora Loyo, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Arcelia Martínez Bardón, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación de la Universidad Iberoamericana, señalaron que uno de los elementos positivos de esta reforma fue el concurso de ingreso al magisterio, y ambas coincidieron en la pertinencia de mantener el INEE para la mejora constante del profesorado.