Cada vez menos, los católicos están dispuestos a seguir las sugerencias en temas electorales de los ministros de culto, confirmó un análisis elaborado por un grupo de especialistas religiosos encabezados por Elio Masferrer Kan.

En entrevista, el antropólogo aseguró que los creyentes le reconocen al sacerdote en todo caso la capacidad de opinar sobre cuestiones pastorales, pero no en cuestión electoral.

Lo anterior, añadió, está muy claro en las encuestas que el equipo retomó para realizar este análisis, porque arrojaron que los votos no son homogéneos. Los creyentes actúan como ciudadanos y no como feligreses de la parroquia u obispo. Añadió que ello se debe a la pérdida de confianza de las estructuras burocráticas, tanto en el mundo evangélico como en el católico.

Aseguró que los católicos no se sienten representados por la jerarquía; se sienten más consustanciados con el trabajo de los religiosos o con otros, o con el Papa.

Agregó que los creyentes se mueven más con base en sus valores. Explicó que los evangélicos consideran que no se puede mezclar lo religioso con lo político.

En la presentación del libro Lo religioso dentro de lo político de las elecciones de 2018, aseguró que según las diversas encuestas publicadas en la página del Instituto Nacional Electoral, que indagaron sobre religión o confesión religiosa, se infiere que menos de 7 por ciento de los entrevistados estaban dispuestos a recibir sugerencias de un ministro de culto.

A pesar de ello, entre 30 y 40 por ciento desarrollaban la idea del candidato temeroso de Dios, que sería visto con cierto agrado, pues sería más honesto, menos ladrón, corruptor y mentiroso.

En el análisis se señala que Andrés Manuel López Obrador fue el que más creció entre los electores católicos, pues de agosto de 2017 a junio de 2018 pasó de 22 a 37 por ciento.

El voto católico para José Antonio Meade se mostró como una constante que oscilaba entre 10 y 15 por ciento, en tanto que el de Ricardo Anaya iba de 15 a 20 por ciento. Los católicos con Margarita Zavala fueron 8 por ciento, y los de Jaime Rodríguez Calderón, entre 2 y 3 por ciento.

Se agrega que el voto evangélico abandonó al Partido Revolucionario Institucional, pues sus números oscilaban entre uno y 2.63 por ciento. Por el contrario, el apoyo a López Obrador alcanzó más de 6 por ciento.

El estudio también reitera la disminución de católicos en el país, que según las cifras oscilan entre 70 y 75 por ciento, cuando en 2010 eran 82.9 por ciento.