Washington. El presidente de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos, John Roberts, rechazó este miércoles las críticas del mandatario Donald Trump contra los jueces federales, y exigió al mandatario respeto a la independencia del Poder Judicial. Roberts hizo alusión a la queja de Trump de que un magistrado que falló en su contra sobre una política migratoria es un juez de (Barack) Obama.

Trump escribió en Twitter: existen, efectivamente, los jueces pro-Obama y acusó a los magistrados de tomar decisiones sorprendentes contra su política antimigrante. Sin embargo, Roberts es conservador y fue designado por el presidente republicano George W. Bush, quien precedió a Obama.

El presidente acusó en particular a la novena jurisdicción federal de las cortes de apelaciones, que incluye a California, por haber tomado decisiones peligrosas y poco juiciosas sobre temas migratorios.

El juez Jon Tigar, de San Francisco, suspendió el martes un decreto presidencial que disponía el rechazo automático de cualquier demanda de asilo de migrantes que ingresaran ilegalmente al país.

Roberts respondió a Trump: Aquí no hay jueces de Obama, ni de Trump, de Bush o de Clinton.

Esto ocurre poco después de la controversial decisión del mandatario de nombrar a Brett Kavanaugh para ser juez del máximo tribunal de justicia, pese a estar acusado de abusos sexuales en su época de estudiante. Varios de los jueces han hablado de la independencia judicial y el peligro de considerar a la corte como una institución política dividida entre cinco republicanos y cuatro demócratas.

El pasado martes, Trump se quejó de que sus adversarios presentan demandas en cortes que son parte del noveno circuito federal de apelaciones, de tendencia liberal. Cada causa que va al noveno circuito la perdemos. Y tenemos que acudir a la Corte Suprema, como la prohibición de viajes, la cual ganamos, dijo el magnate antes de acusar a Tigar de ser juez de Obama.

Sin embargo, el fallo inicial en el caso de la prohibición de viajes en 2017 fue emitido por el juez federal James Robart, nominado por Bush, al igual que Roberts.

Ser la perra (bitch) de Arabia Saudita

Por otra parte, la representante demócrata por Hawái, Tulsi Gabbard, tuiteó: “Oye Donald Trump, ser la perra (“bitch”) de Arabia Saudita no es devolver la grandeza a Estados Unidos”, al criticar la decisión del presidente de no imponer sanciones contra el reino por el asesinato del periodista Khamal Khashoggi cometido el pasado 2 de octubre en el consulado de Riad en Estambul.

La revista Newsweek consideró que éste fue el más duro ataque contra Trump sobre este tema.

En las prisiones estadunidenses se llama perra a un reo sumiso que es el sirviente (y muchas veces esclavo sexual) de otro preso dominante que al mismo tiempo que abusa de él lo defiende de otros reclusos.

Trump socavó la conclusión de la Agencia Central de Inteligencia respecto de que el príncipe saudita Mohammed bin Salmán dio la orden de asesinar al periodista. Aseguró: no hay nada claro, puede que él supiera, puede que no, y argumentó que sería tonto suspender contratos de venta de armas al reino con base en las acusaciones de la agencia y de las autoridades turcas.