Martes 20 de noviembre de 2018, p. 5
Arturo El jefe de jefes, Héctor El H y Alfredo El Mochomo fueron el brazo más importante para Joaquín El Chapo Guzmán y su fragmentación representó la más significativa para el cártel de Sinaloa.
Los hermanos Beltrán Leyva eran quienes tenían los contactos en Colombia; los que infiltraron la Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal para tener a funcionarios al servicio de la organización más poderosa del narcotráfico.
Llegaron más allá de ser una sociedad en los negocios. Patricia Guzmán Núñez, sobrina de El Chapo, se casó con Alfredo Beltrán El Mochomo y procrearon a Alfredo Beltrán Guzmán El Mochomito, a quien se atribuye el levantón de los hijos de El Chapo en agosto de 2016, en un restaurante de Puerto Vallarta, Jalisco.
Ahí comenzó la disputa entre la nueva generación de narcos.
La cabeza de los Beltrán Leyva era Arturo El Barbas, inseparable de El Chapo Guzmán hasta el día de las traiciones, el 21 de enero de 2008, cuando Alfredo El Mochomo fue detenido. El jefe de jefes señaló a Guzmán Loera de haber entregado a su hermano al grupo de élite de las fuerzas armadas.
Édgar Guzmán, hijo del líder del cártel de Sinaloa, fue asesinado en mayo de ese mismo año. Se presume que fue la respuesta de Arturo Beltrán por la captura de su hermano que fue extraditado a Estados Unidos, donde fue sentenciado a cadena perpetua en abril de 2017. Los Beltrán Leyva todavía tenían a su líder nato, pero en diciembre de 2009, El jefe de jefes fue abatido por la Armada de México en un complejo residencial de Cuernavaca, Morelos.
Fue entonces que Héctor El H –quien se hacía pasar por empresario– asumió el mando de la organización hasta octubre de 2014, cuando fue capturado en un restaurante de San Miguel de Allende, Guanajuato.
El heredero del cártel fue Alfredo Beltrán Guzmán El Mochomito, pero en diciembre de 2016 lo detuvieron en Jalisco, por lo que ahora lo encabeza Fausto Isidro Meza Flores El Chapo Isidro, junto con su grupo de los Mazatlecos que pelean las plazas al cártel de Sinaloa.
Héctor, el último de la hegemonía Beltrán Leyva, vivía en Querétaro. Se hacía pasar por empresario dedicado a la compraventa de arte y bienes raíces. Conformó alianzas con grupos como Los Zetas para combatir al cártel de Sinaloa y extenderse en Centro, Sudamérica, Europa y Estados Unidos.
Con un perfil discreto
operó junto con Germán Goyeneche Ortega, identificado como su asesor financiero. En junio de 2017, El H obtuvo de un juez federal un amparo por anomalías en el procedimiento, con lo que impidió su extradición a Estados Unidos. Permaneció en el penal de máxima seguridad de El Altiplano hasta el domingo, cuando fue reportado su deceso por un infarto, mientras se encontraba en un hospital de Toluca.