La muestra Un lugar de memoria es la punta de lanza
Martes 20 de noviembre de 2018, p. 4
Madrid. El 19 de noviembre de 1819 abrió sus puertas el Museo Real, el cual expuso en sus paredes el impresionante acervo cultural y artístico acumulado durante la monarquía española. Eso pasó a la historia como el acto fundacional de lo que hoy conocemos como el Museo del Prado.
Para comenzar los festejos del 200 aniversario del recinto, que se extenderán 12 meses, los reyes de España, Felipe VI y Letizia, inauguraron la exposición Museo del Prado, 1819-2019: un lugar de memoria.
En su discurso, Felipe VI dijo que el Museo del Prado es ‘‘un verdadero icono de la cultura española y universal. Es, sin duda, el gran monumental símbolo de la creatividad, la excelencia y la sensibilidad artística de nuestro país a lo largo de la historia y un patrimonio de toda la humanidad. El Prado es mucho más que el privilegiado espacio físico de una innumerable cantidad de obras maestras. Con el tiempo, se ha erigido también en un lugar de memoria, de nuestra memoria”.
Entre las actividades iniciales destacan, aparte de esa muestra, la decisión de abrir sus puertas de forma gratuita a todo el público durante cuatro días. Además, el próximo sábado se hará una proyección audiovisual en la fachada del museo que culminará con un performance del grupo teatral La Fura dels Baus, que será interactiva con el público mediante una aplicación creada ex profeso para teléfono celular.
Los próximos meses habrá múltiples actividades, como exposiciones itinerantes por España y otros países, proyectos sociales en centros penitenciarios, conferencias y seminarios en torno al museo y su proyección hacia el futuro.
Oasis y blanco de bombardeos
El Museo del Prado se erige como un oasis de estilos y lenguajes al que han acudido artistas de todas las épocas para contemplar a los grandes maestros. Es una galería que ha recibido la visita de los grandes genios de la creación artística, aunque también ha sido bombardeado y sus muros han quedado semidestruidos por misiles durante la Guerra Civil española.
Con la finalidad de ‘‘reflexionar” sobre esos 200 años del recinto, la exposición propone un singular recorrido por la historia del arte a través de las obras más importantes de la pinacoteca española.
En las paredes del Museo del Prado están algunas de las obras más admiradas de artistas como Goya, Velázquez, El Greco, Tiziano, Rubens y un largo etcétera. Esa colección que es patrimonio del Estado español se ha venido reuniendo a lo largo de los siglos y se inició como una Colección Real en el siglo XVI y así permaneció hasta el XIX, cuando ya pasó a formar parte del patrimonio del país.
Las obras y salas del recinto bicentenario Prado han sido testigos y víctimas de algunos de los trances más trágicos e importantes en la historia de España y de Europa, como cuando a raíz de la Guerra Civil no sólo estuvieron a punto de ser destruidas por los bombardeos de la aviación que respondía a las órdenes de Francisco Franco, sino también cuando, para preservar el acervo, se decidió trasladar una gran parte fuera del país y llevarla a Ginebra.
La muestra reúne 195 obras, de las cuales 34 proceden de las instituciones españolas y otras tantas de pinacotecas, museos, galerías y colecciones públicas y privadas de otros países. El objetivo primordial es que las obras de arte reunidas en el Museo del Prado no sólo expliquen la historia de la propia galería, sino también que dialoguen y narren la impronta que han tenido algunos de sus genios en la historia del arte. Como cuando enfrentan una de las piezas más conocidas de Goya, La maja desnuda, con la reinterpretación de esa misma obra hecha por Pablo Picasso, que además fue durante un tiempo director del museo.
El comisario Javier Portus explicó que habían decidido dividir la exposición en ocho apartados para construir un relato en el que se entendiera la trascendencia del museo, que se explicara por sí mismo no sólo su devenir sino su importancia y vigor de cara al futuro pues, dijo, ‘‘lo más importante del Museo del Prado y de las colecciones es que sirvan para el disfrute y contemplación del espectador’’.
Mirada al futuro de la pinacoteca española
La exposición Museo del Prado, 1819-2019: un lugar de memoria está articulada sobre todo con fondos artísticos y documentales del Prado –visuales y sonoros– acompañados de obras de artistas que han dialogado con sus colecciones, como Renoir, Manet, Chase, Picasso, Arikha, Rosales, Saura, Pollock, Francis Bacon y Andy Warhol.
También se exhibe el resto de un misil que hizo blanco en las inmediaciones del Museo del Prado.
El final de la muestra es una colección de retratos fotográficos de visitantes del Museo del Prado en los meses recientes, como ejemplo de esa mirada hacia futuro que pretende desarrollar la prestigiada pinacoteca española en su 200 aniversario.