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Desde Otras Ciudades

Apartamentos de lujo acabaron con los arrozales de Saigón

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▲ Pham Quoc Cong sobrevive en dos metros cuadrados en la cada vez más capitalista capital de Vietnam.Foto Afp
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ham Quoc Cong vive con seis integrantes de su familia en una habitación de 2 metros cuadrados en Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón. Es el sacrificio que tiene que hacer para permanecer en el centro de una de las urbes asiáticas donde los precios de la vivienda se incrementaron de manera considerable en años recientes.

Este obrero de la construcción vive en una habitación en las que las literas, el refrigerador y los juguetes de niño ocupan ya prácticamente todo el espacio.

Él duerme a menudo afuera en una tumbona. Es muy difícil encontrar un lugar seco durante la estación lluviosa, explica este hombre de 49 años que vive en este lugar desde 1975.

En Ciudad Ho Chi Minh, la capital económica de Vietnam, el precio de los terrenos subió a casi 18 mil euros (21 mil dólares) el metro cuadrado, por lo que sus vecinos más modestos fueron expulsados a la periferia.

Pero estamos acostumbrados a este barrio. Si nos vamos a otro lado no podremos subsistir, explica Cong, cuyas hermanas y sobrina viven todas con él y son vendedoras ambulantes en la zona.

Estas casas improvisadas están hoy rodeadas de proyectos inmobiliarios modernos o escondidas detrás de puestos de comida callejeros.

Mel Schenck, que estudia la arquitectura en plena mutación de la antigua Saigón, dice que estas microcasas pintorescas están condenadas a desaparecer de forma paulatina.

Algunas se remontan a la época de la colonización francesa, cuando el barrio estaba todavía cubierto por arrozales.

Nguyen Van Truong, que vive en otra de estas microcasas –cinco personas en 6 metros cuadrados– está preocupado por la construcción de un edificio de lujo justo al lado de su terreno.

No creo que obtengamos una indemnización muy buena en caso de expulsión, se desespera este hombre de 62 años.

En este país dirigido por un partido comunista todopoderoso, donde reina una importante corrupción, los responsables municipales son sospechosos de enriquecerse al ceder terrenos bien ubicados a promotores inmobiliarios y compensan a habitantes de esos lugares muy por debajo del precio del mercado.

Preferiría morir que verme forzado a abandonar este lugar, dice Truong.

AFP