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Somos Tosepan! 40 años haciendo camino Lugar de quetzales Los de la Tosepan somos serranos. Nuestra región originaria queda al nororiente del estado de Puebla, aunque hoy la organización, además de extenderse sobre 29 municipios poblanos, ya llegó a tres de Veracruz. Es esta una tierra montañosa, quebrada y con malos caminos donde batallamos para trasladarnos, traer alimentos y mover cosechas. Además, la sierra es muy húmeda; en verano llueve a torrentes y en invierno vienen los nortes y también llueve.
Pero por lo quebrado de los terrenos y lo pequeño de nuestras parcelas, lo que sacamos de la milpa y el huerto no alcanza para comer todo el año, y hay que comprar maíz y otros alimentos que vienen de fuera. En tiempos remotos las cosechas comerciales eran el algodón y la caña, que controlaban acaparadores y latifundistas, quienes además tenían ganado. Desde mediados del siglo pasado se extendieron las huertas de café y en los años ochenta empezamos a cultivar pimienta que antes nomás era silvestre. Hoy también tenemos algo de naranja, vainilla y mamey en parte para vender fuera de la región.
Las mujeres y hombres de la región nos ocupamos sobre todo en la cosecha de café, que demanda mucho trabajo, pero en los malos tiempos algunos hemos tenido que migrar a las ciudades y aun fuera del país en busca de empleo. Los que formamos la gran familia Tosepan somos maseualmej, tutunakus o mestizos. Hace muchísimo tiempo ésta era una región totonaca del señorío de Zempoala, pero llegaron nuestros antepasados náhuat y ahora los maseualmej somos mayoría.
¿Quiénes somos ? En 2017 la Unión festejó sus 40 años de vida. Ha pasado casi medio siglo desde que los fundadores de nuestra organización empezaron la lucha por bajar el precio del azúcar y poner tiendas propias para el abasto. Porque entonces padecíamos mucho la carestía de alimentos, además del mal pago de acaparadores a nuestras cosechas. Fuimos como setecientos los que empezamos la larga batalla contra la injusticia y por una vida mejor para la gente de la región. Los pioneros éramos de Pinahuista, Ayotzinapan, Xiloxochico, Yancuictlalpan y Tzicuilan. Poco después las mujeres de Jonotla pusimos nuestro granito de arena ayudando a correr a los caciques del pueblo. De aquella época a los tiempos que corren ya pasaron por nuestra organización hasta cuatro generaciones de cooperativistas. En 1977 éramos unos cuantos, en 2018 tenemos 36 mil socias y socios, agrupados en 430 cooperativas de otras tantas comunidades ubicadas en 29 municipios de la sierra nororiental de Puebla y otros tres de Veracruz. La Unión está integrada por mujeres y hombres indígenas y mestizos. Ocho de cada diez socios somos maseualej o tutunakus, y seis de cada diez somos mujeres. Además de campesinos con tierra propia o rentada también participamos en la Tosepan jornaleros, artesanos, maestros, estudiantes, albañiles, carpinteros, amas de casa, así como niñas y niños. Hoy tenemos cooperativas de producción y comercialización, de financiamiento, de servicios de salud, de educación, de vivienda... Pero no siempre fue así. Epifanio García, fundador de la Cooperativa cuenta que:
¿Qué hemos construido ? Con el tiempo y sin prisas fuimos creciendo y hoy somos una Unión de nueve cooperativas y tres asociaciones civiles: Está la Tosepan Titataniske (Unidos venceremos), fundada en 1977 para mejorar la producción del café, la pimienta, la milpa, los traspatios. La Maseual Xicaualis (Fuerza indígena), creada en 1997 para tener mejores precios mediante el acopio, la transformación y la comercialización del café, la pimienta y la miel. La Tosepantomin (Dinero de todos), que desde 1998 da servicios de ahorro, préstamo, seguros de vida, cambio de remesas, pago de teléfono y energía eléctrica. Yeknemilis (Vida digna), una asociación civil constituida en el 2002 para ofrecer servicios de asistencia técnica y capacitación a las otras cooperativas, que desde 2011 también se encarga de operar nuestro Centro de Formación. Kaltaixpetaniloyan (La casa donde se abre el espíritu) es el Centro de Formación y corazón de nuestra organización, fue inaugurado en 2003 para educar y capacitar los actuales y futuros cooperativistas. La Tosepan Kali (Nuestra casa), creada en el 2004, ofrece servicios de ecoturismo, pero también de hospedaje a quienes venimos a reuniones, asambleas y capacitaciones. La Tichanchiuaj (Juntos construimos nuestras casas), originada en el Programa de Vivienda Sustentable creado en 2006, y gracias a la que se rehabilitan o construyen hogares dignos, acogedores y sustentables. Tosepan Kalnemachtiloyan (La escuela de todos) es un proyecto educativo que empezó en el 2006 y hoy cuenta con prescolar, primaria, secundaria y una escuela de música de la que egresó la Banda Sinfónica Yeknemilis, de viento y percusiones. La Tosepan Ojtatsentekitinij (Constructores unidos de bambú), que desde el 2008 se dedica a la producción, tratamiento y transformación de esta planta. La Tosepan Siuamej (Mujeres unidas), constituida en 2009, con proyectos productivos de mujeres. La Tosepan Pajti (Salud es vida para todos), cooperativa formada en el 2009 para el cuidado de la salud. Tosepan Limakxtux (Nuestro Universo), fundada en 2012, nuestra radio se dedica a comunicar y difundir lo que hacemos, necesitamos y queremos. En 2012 constituimos la Fundación Tosepan, una asociación civil sin fines de lucro que recibe donativos de organizaciones, instituciones, fundaciones y personas interesadas en apoyar nuestros proyectos, en particular los de servicios básicos que tienen poca rentabilidad. Finalmente, en octubre de 2017 se constituyó la Tosepan Pisilnekmej (Abejas meliponas), para operar la producción y comercialización de miel. Eran tantas las cooperativas, que en el 2007 decidimos formar una Unión que, preservando la autonomía administrativa y autosuficiencia financiera de cada una, fortaleciera el trabajo compartido del conjunto. Porque queremos que todas las cooperativas, incluso las de servicios sociales básicos, sean sostenibles mediante la combinación de subsidios gubernamentales, donaciones y recursos propios. Con el tiempo, ampliamos mucho nuestra organización, pero en estos cuarenta años también crecimos en espíritu y conciencia; nos enseñamos a defender nuestros derechos como indígenas, como ciudadanía, como mujeres, como niños…; aprendimos a valorar nuestra historia, nuestra cultura, nuestro idioma, nuestro vestido, nuestra comida; reafirmamos el amor a nuestra tierra y el orgullo de ser náhuat, de ser tutunaku, de ser mestizos cuetzaltecos. Y hemos ido creciendo en los valores del cooperativismo y la democracia comunitaria, lo que nos ha servido para unir sueños y voluntades. La diversidad que somos Nuestra organización es como una gran familia, razón por la que todas las cooperativas llevan el apellido Tosepan. Cada cosa que les preocupa o les duele a las socias y los socios, también le preocupa y le duele a la organización, por eso la Unión de Cooperativas es tan diversa como una buena milpa.
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