El arte silencioso de los mimos se ha diluido hasta ser casi invisible debido a que se confunde o mezcla con el clown, el bailarín o el actor.

Humberto Ibarra, coordinador del libro Mimos de México, homenaje a Juan Gabriel Moreno sostuvo en entrevista que los límites entre esas expresiones artísticas se están disolviendo, además de que es necesario reactivar y fomentar la pantomima en el país.

En esta publicación se pretende dar una muestra de algunos de los mimos de México con la finalidad de que se conozca quiénes son, quiénes estamos y quiénes estuvieron.

En la contraportada del libro, Ibarra precisa que éste surge de la necesidad de llevar un registro de los que hacemos este arte, esta labor silenciosa que, a veces, parece desaparecer, hacerse invisible, como la ilusión que creamos los mimos.

La enseñanza: lo difícil que es construir

En la entrevista agregó: es una especie de catálogo, directorio; es una recopilación de semblanzas de todos aquellos que quisieron participar; yo no seleccioné, la convocatoria fue abierta. Sí vimos varios currículos, pero no hubo juicios sobre si eran buenos o no los interesados. Así que los artistas que se incluyeron en la edición aparecen por decisión propia. Uno de los grandes aprendizajes de este libro es lo difícil que significa construir.

Además, “es un homenaje al maestro Juan Gabriel Moreno, porque cuando lo vi por primera vez en 1983, en Resurrección, su precisión y virtuosismo me asombraron; cada movimiento era perfecto. Sin duda, es el más grande mimo del país, y uno de los mejores del mundo”.

En Mimos de México... se encuentra plasmada la trayectoria de 41 artistas y agrupaciones. Manuel Cisneros Levy, Maryanna Lisseth Cortés Lima, Rafael Degar, Renato de la Riva, Compañía Teatral Imaginerías, La Reina Coja, Grupo Gesto, Nora Manneck, Raúl Pérez Mireles, Olaf Román, Alberto Stanley y Copérnico Vega, además del homenajeado y de Ibarra, son algunos de los nombres que figuran en este catálogo que incluye fotografías y el correo electrónico de algunos de ellos.

La edición incluye un texto de Rafael Pimentel Pérez, titulado La Peña de los Mimos en la Carpa Geodésica y dos historias a propósito de la pantomima.

Como parte de los esfuerzos por revivir esta expresión artística, Ibarra prepara una segunda edición, así como el Primer Festival Internacional de Pantomima Juan Gabriel Moreno Ciudad de México que se realizaría en el verano de 2019.

Escuela internacional contemporánea

“Estamos buscando apoyos para el encuentro. Es importante que se efectuara para revivir la pantomima en México, además de estimularla y nutrirla de ideas con talleres de destacados artistas. Con un poco de escuela internacional contemporánea –creo– se podría inyectar ánimo a todos los que la hacemos”, sostuvo.

Hace falta, agregó, una actividad en la que estemos todos y podamos mostrar nuestra pasión, retroalimentarnos, para que así resurja ese arte.

El mimo contemporáneo tiene una evolución natural, pero el problema que veo en México es que a los que hacemos circo, muchas veces nos falta entrenamiento básico con el trabajo del cuerpo y tener control del mismo, expresó el también director de Mima Escénica.

Forma ilimitada de comunicación corporal

Definió: la pantomima “es una forma ilimitada de comunicación corporal. El mimo clásico utiliza únicamente su cuerpo sobre el espacio escénico, a diferencia del contemporáneo, que hace uso de todos los elementos a su alrededor (iluminación, música, elementos externos al cuerpo, sonidos guturales, la voz y hasta la palabra), por eso se confunde con el clown, el bailarín y el actor, incluso está perdido entre el teatro y la danza”.

En el libro, coeditado por Juan Pablos Editor, la Secretaría de Cultura de Ciudad de México y por Ibarra, los artistas plasmaron algunas reflexiones acerca de su quehacer artístico como La pantomima es un arte del silencio y la imaginación, El mimo con su cuerpo cuenta historias silenciosas y Mimo no es el que se maquilla de blanco con playera a rayas, tampoco el que escribe en redes sociales de lo que no hace, el mimo es creación, honestidad y compromiso con su momento histórico. El mimo es síntesis.