‘‘Los libros que él leyó, releía y los que ya no pudo leer’’ estarán en la Casa Refugio Citlaltépetl, adelanta Griselda Triana, viuda del corresponsal de La Jornada
Jueves 15 de noviembre de 2018, p. 2
El Memorial Javier Valdez es ‘‘un regalo’’ de parte de él para todos, adelanta Griselda Triana, viuda del periodista y corresponsal de La Jornada asesinado en mayo del año pasado, sobre la biblioteca que se inaugura hoy en la Casa Refugio Citlaltépetl.
Ese acervo albergará la obra completa del también escritor y ‘‘libros que él leyó, releía y los que ya no pudo leer. Entre los que consideraba él importantes están obras de Rubem Fonseca, Juan José Millás, Fernando y César Vallejo, Gabriel García Márquez, Camilo José Cela”, explica Triana en entrevista.
‘‘Yo no quería que su biblioteca permaneciera más sola de lo que está. Lo platiqué con mis hijos, Tania y Francisco, y estuvieron de acuerdo”, aunque elegir los ejemplares fue complicado. Hay libros que ‘‘tienen un valor sentimental muy importante y cuesta trabajo desprendernos de ellos’’.
Cuenta que Javier Valdez estaba leyendo las primeras páginas de Hasta aquí hemos llegado, de Petros Márkaris.
Recuperan su faceta de poeta
El Memorial Javier Valdez conjunta libros de sus amigos Carlos Monsiváis, Carlos Montemayor y Federico Campbell. Además, incluirá textos donados, algunos en Culiacán, y objetos personales como una libreta, un sombrero y plumas.
Para conseguir este conjunto se convocó a que ‘‘colegas, amigos, quienes lo conocieron y los que no donen ejemplares que acompañen a los libros de Javier”. Y que de esa forma ‘‘sus libros estén rodeados de los de las personas que lo conocieron y de quienes lo apreciaron. Hemos obtenido muy buena respuesta. Si donas cinco libros y uno es muy especial, pues que venga con una dedicatoria para Javier”.
Triana adelanta que se expondrá uno de los poemas que el periodista solía escribir en restaurantes; ‘‘muy tristes. Siempre estaban presentes la soledad y la muerte. Él siempre tuvo el presentimiento de que un día lo iban a matar por hacer su trabajo”. Se recuperará esa faceta casi desconocida del colaborador del semanario Ríodoce.
La finalidad, sostiene, es que sea un memorial abierto, ‘‘confortable, punto de encuentro y rencuentro de periodistas, de estudiantes de comunicación o periodismo, un espacio de trabajo del cual se puedan apropiar; que pueden venir a leer sus textos, los que él leyó y los de otros colegas. De lo que Javier se nutrió, de lo que él aprendió. Un regalo que el asesinato nos permite dar a ustedes”.
Javier Valdez sostenía, refiere Griselda Triana, que ‘‘aprendimos a reportear el narco a punta de chingazos. Las circunstancias te van obligando, no puedes olvidar lo que pasa y no escribir sobre algo que está acabando con la vida de familias completas. Son temas que desgraciadamente van a seguir vigentes. O escribo sobre lo que pasa o me hago pendejo. Javier escribió hasta el final”.
Muchas declaraciones, pero sin resultados
Griselda Triana relata que asesinar a Javier Valdez fue de alto impacto porque ‘‘gozaba de un reconocimiento que la mayoría de los periodistas no han conseguido. No por ser el mejor, sino porque le gustaba su trabajo, era generoso y lo compartía. Para los periodistas extranjeros que venían a México, era obligado abordar el tema del narco, la visita a Sinaloa y la consulta con Javier. Eso le dio proyección que no imaginamos.
‘‘La presión de los pronunciamientos de otros países, de los medios nacionales y extranjeros puso al gobierno de Enrique Peña Nieto en la mira.
‘‘Al final, fue un espectáculo. Fueron declaraciones y decisiones para tratar de calmar los ánimos pero no hay resultados.”
(La inauguración del Memorial Javier Valdez será este jueves a las 19 horas en la Casa Refugio Citlaltépetl, ubicada en Citlaltépetl 25, colonia Hipódromo Condesa.)
