Martes 13 de noviembre de 2018, p. 9
Durante 2017, la tasa promedio de actos de corrupción durante el desempeño de las funciones de los elementos policiacos fue de mil 688 por cada mil agentes, y Ciudad de México registró el porcentaje más elevado, con 4 mil 467, de acuerdo con la primera Encuesta Nacional de Estándares y Capacitación Profesional Policial (Enecap) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según el documento, Ciudad de México obtuvo la tasa más elevada, seguida por Coahuila, con 3 mil 580 actos de corrupción por cada mil elementos policiacos, y por Querétaro, con un promedio de 3 mil 441. Estas cifras, explicó el Inegi, deben ser analizadas de manera cualitativa, mas no cuantitativa, debido a que los coeficientes de variación son mayores a 30 por ciento.
Tabasco y Quintana Roo registraron las tasas más bajas con 111 y 132 actos de corrupción por cada mil elementos.
La encuesta detalló que en 2017 uno de cada cuatro elementos de la policía desarrolló otra actividad para complementar sus gastos económicos, mientras casi ocho de cada 10 tuvieron algún grado de sobrepeso u obesidad.
Agregó que más de mitad de los elementos sufrió alguna afectación en su salud debido a las actividades laborales y menos de 4 por ciento de los elementos dijo haber ingresado a alguna corporación para combatir la inseguridad o por vocación. El 36 por ciento respondió que ingresó por necesidad económica o desempleo.
En 2017 se estimaron 384.9 mil elementos de policía a escala nacional. El 76.1 por ciento estaba adscrito a la Policía Preventiva Estatal o Municipal, 13.5 por ciento pertenecían a la Policía Estatal Ministerial, 9.5 por ciento a la Policía Federal y 0.9 por ciento a la Policía Federal Ministerial.
Así, 86.1 por ciento de los elementos de policía con funciones operativas obtuvieron por cuenta propia al menos un accesorio o material de apoyo o protección para el desempeño de sus funciones. Esto pudo deberse a que la institución no se lo proporcionó, no lo brindó en cantidad suficiente, o bien, no es adecuado para el desempeño de sus funciones, explicó el Inegi.
Entre estos accesorios se incluyeron esposas, gas lacrimógeno, chaleco de tránsito, lámpara de mano, así como otros materiales: equipo de radiocomunicación, teléfono celular, megáfono, hachas, alcoholímetros. En el caso de los productos de protección están el chaleco balístico, coderas, rodilleras y pasamontañas.
Un 4.9 por ciento de los elementos de policía con funciones operativas que utilizaron armas, municiones o accesorios para armamento para el desempeño de sus funciones, las obtuvieron por cuenta propia.
A escala nacional, 59.7 por ciento de los elementos con funciones operativas hizo uso de armas en el desempeño de sus funciones y 75.3 por ciento hizo uso de la fuerza en el desempeño de sus funciones. El 87.7 por ciento de los elementos operativos de la Policía Federal atendió los delitos de posesión y portación ilegal de arma, señaló la encuesta.