Debido a los recurrentes sucesos de contaminación de agua por fractura hidráulica (fracking) para perforar pozos de gas, el PAN en la Cámara de Diputados propuso una ley federal que busca prohibir la exploración y la explotación de los hidrocarburos no convencionales en el territorio mediante esa técnica.

De esta manera, las infracciones por usar esa técnica las aplicarían dos entes públicos. La Secretaría de Energía sancionará la exploración o extracción de hidrocarburos sin la asignación o contratos no convencionales mediante la técnica a que hace referencia esta ley. Impondrá una multa de 5 a 7 millones 500 mil veces el importe de la unidad de medida y actualización (UMA), más un monto equivalente al valor de los hidrocarburos que hayan sido extraídos conforme a la estimación que haga la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). A su vez, esta comisión sancionará las perforaciones sin la autorización correspondiente en los términos de la regulación que al efecto emita la misma, con multa de 150 mil a 375 mil veces el importe de la UMA”.

El fracking es una técnica para extraer gas natural o petróleo de formaciones geológicas no convencionales. Data del siglo XIX, pero su aplicación se dio hasta los años 50. Consiste en taladrar verticalmente bajo tierra (de mil a 5 mil metros) y luego horizontalmente (de mil a 4 mil metros) e inyectar a presión muy alta un fluido para fracturar rocas que contienen hidrocarburos de difícil acceso y liberarlos.

El fluido está compuesto por una mezcla de agua, arena y químicos contaminantes. Los hidrocarburos no convencionales están albergados en formaciones que por lo general tienen muy baja o nula permeabilidad. Por tanto, la técnica de fractura se aplica para conseguir que el hidrocarburo fluya y salga a la superficie a través del pozo, refiere la exposición de motivos de la propuesta panista.

También advierte que fracturar un solo pozo requiere de 9 a 29 millones de litros de agua. El ritmo de explotación anual de 9 mil nuevos pozos en México supondría un volumen de agua equivalente al necesario para cubrir el consumo doméstico (cien litros por persona al día) de entre 1.8 y 7.2 millones de personas en un año.

Hasta ahora se han identificado 750 productos químicos en los fluidos de fracturación analizados, entre ellos sustancias de gran toxicidad, como metanol, benceno, tolueno, etilbenceno y xileno. Además, el agua de desecho conocida como de retorno no sólo contiene los químicos y la arena que originalmente se introdujeron, sino también metales pesados, hidrocarburos e incluso materiales radioactivos, como el radón, que se encuentran en el subsuelo.

A la fecha no existe tratamiento efectivo para la misma, dejando el agua inutilizable para otros usos y fuera del ciclo hidrológico. Para su manejo se busca aislarla e inyectarla en pozos letrina, pero no es una solución, pues se ha comprobado que estos pozos filtran y se han contaminado acuíferos enteros, por ejemplo, en California, Estados Unidos.