Si el próximo gobierno informa mal o contradictoriamente, eso no le restará virtudes, pero sí se enfrentará a una maquinaria desinformativa con un poder inmenso que no será fácil de neutralizar, consideró el escritor y próximo titular del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II.

Durante un foro convocado por la brigada Para leer en libertad, que tuvo como invitados a Juan Carlos Monedero, del partido español Podemos, y al periodista y politólogo John Ackerman, señaló que hay que afilar la contrainformación, que no es ofrecer versiones elaboradas, sino información fidedigna y sólida que contradiga la oleada brutal que va a desatar el sistema.

Irrita que gobierne desde la oposición: Ackerman

Por su parte. Ackerman dijo que ante el cambio en la forma de ejercer el gobierno, bancos y calificadoras ejercen acciones políticas. Indicó que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, plantea ejercer el gobierno desde la oposición y esto irrita terriblemente.

Sostuvo que el eje crítico hacia López Obrador ha sido que, una vez en el gobierno debe dejar atrás el espíritu de la oposición y de lucha, que debe ser responsable e institucional, palabras con las que uno puede estar de acuerdo, pero lo que quieren decirnos es que debe gobernar como priísta, a partir de la hipocresía: la unidad de los de arriba, la exclusión de los de abajo.

Lo que hace López Obrador es negarse a elegir entre partido y movimiento, entre gobierno y oposición; a la misma vez él quiere ser gobierno y oposición.

Por su parte, Juan Carlos Monedero consideró que uno de los principales retos del próximo gobierno mexicano es no tener la mandíbula de cristal para poder enfrentar los embates. Es probable que se encuentren muchas decepciones del gobierno de López Obrador, pero necesitamos madurez y armar cuatro instancias separadas.

Agregó que esto implica al gobierno elegido por los ciudadanos, pero también tiene que representar al Estado y tiene que invitar a su toma de protesta a presidentes como Nicolás Maduro, Jair Bolsonaro, Donald Trump y al rey de España.

Como segunda instancia, los grupos parlamentarios deben recibir el mandato del partido para cumplir el contrato electoral y las líneas ideológicas, construir las políticas públicas que obliguen al gobierno a poner en marcha un proyecto de país diferente.

La tercera es que Morena, además de movimiento, tiene la obligación de dirigir políticamente a sus legisladores, pues enfrenta el reto de no permitir que el partido se pierda y se convierta en correa de transmisión.

Por último, dijo que en la integración del gobierno no debe vaciar el partido: Para que no se disuelva debemos tener la obligación de contar con gente con conciencia, que entienda que el partido nos va a dar los mayores disgustos.