Con la normalización del suministro de agua, personal del gobierno capitalino retiró las últimas cisternas públicas en Cuauhtémoc, como la colocada en Eje 1 Norte y Circuito Interior, en la colonia Santa María la Ribera. En total, en esta demarcación, las autoridades colocaron 38 contenedores en la vía pública desde el primero de noviembre y ayer concluyó.

Los vecinos reconocieron que durante los primeros días del megacorte, los tinacos permanecieron casi sin usar porque el agua, aunque poca, nunca dejó de caer por completo. Sin embargo, con la extensión de la suspensión del suministro, la semana pasada no sólo había filas durante el día, sino que la espera del rellenado se prolongaba hasta la noche.

Con la llegada de agua limpia por las tuberías, desde las primeras horas del sábado, los capitalinos tuvieron que vaciar sus tinacos, cisternas o contenedores, ya que los días previos el líquido era de color café y con sedimentos.

El agua salió casi color chocolate y era imposible usarla para otra cosa que no fuera el baño, pero incluso éstos quedan manchados por el paso de esta agua, explicó Mónica, quien junto con sus vecinos vació la cisterna de su edificio para lavarla y esperar agua limpia.

En la mayoría de los casos fueron los propios vecinos quienes se hicieron cargo de la limpieza de sus contenedores, motivo por el cual durante el fin de semana todavía requirieron el suministro de agua limpia de las pipas o los tinacos que estaban en la calle para este fin.

En gran parte de las colonias de Cuauhtémoc el servicio de agua quedó completamente restablecido ayer, sin que se reportaran problemas en algunas de las zonas más afectadas durante el corte, como las colonias Guerrero y Doctores.

Los únicos que quedaron en lugar de las cisternas colocadas en la vía pública fueron los policías asignados a cuidar el lugar, ya que explicaron que aunque ya no estuviera el contenedor, su turno había sido asignado al lugar y ahí tenían que permanecer.