Martes 6 de noviembre de 2018, p. 28
Buenos Aires. Miles de habitantes de la ciudad de Chivilcoy, más de 166 kilómetros al este de esta capital, salieron este lunes a las calles y bloquearon una carretera al participar en una pueblada contra el cierre de una importante fábrica que dejaría sin empleo no sólo a las 600 familias de los trabajadores, sino a otros miles que dependen de la industria del calzado, cuando el desempleo aumenta cada día por la crisis que azota a Argentina, en lo que llaman aquí una catastrófica recesión
.
Paquetá, una fábrica de origen brasileño, dejó de recibir pedidos de tenis marca Adidas y otro tipo de calzado, en momentos en que la industria vuelve a caer en octubre en más de 10 por ciento y han cerrado casi 10 mil pequeñas y medianas empresas, grandes fábricas están a punto de desaparecer y el consumo cae nuevamente casi 9 por ciento. Miles de negocios de todo tipo han quebrado en esta capital y el desempleo aumenta a límites críticos en todo el país.
En Chivilcoy no sólo salieron a las calles los trabajadores y sus sindicatos, sino también los comerciantes, los empresarios, la población en su conjunto, recordando los días previos a la crisis de diciembre de 2001.
En este ambiente la cúpula de la Iglesia católica advirtió al comenzar una reunión de obispos que Argentina enfrenta una crisis social y económica que golpea a todo el pueblo
, y que va resintiendo la confianza en la dirigencia política aumentando el mal humor social, el enojo y la intolerancia que hace muy crispada la convivencia
.
El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Oscar Ojea, denunció los ataques personales
contra el papa Francisco desde dentro y fuera de la Iglesia de un modo que no tiene precedente
, refiriéndose a las críticas que recibió Jorge Mario Bergoglio por su postura contra el aborto y también porque el oficialismo interpreta cada reclamo por la situación social y la miseria, que se refleja en los millones de desocupados y en el abandono de los sectores más vulnerables, como un apoyo al peronismo
y a la oposición.
Al abrir la Conferencia Episcopal que se realiza en el municipio de Pilar, en la provincia de Buenos Aires, Ojea sostuvo: estamos terminando un año sumamente difícil. Muchos acontecimientos que hemos vivido en los últimos meses nos han provocado perplejidad, y al mismo tiempo nos plantean grandes desafíos pastorales para ser iluminados a la luz del Evangelio. Son situaciones complejas y conflictivas que esconden un mensaje que tenemos que descubrir
.
Se refirió a las denuncias de abuso de menores en el seno eclesiástico que, señaló, aumentan el dolor en lo más profundo del corazón de la Iglesia
.
La Conferencia Episcopal ya conoce los recientes informes del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) en los que se advierte sobre un aumento de los pobres e indigentes en todo el país, que enfrentará las cifras que da a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censo oficialista.
Ojea denunció que ante las situaciones que se viven se puede reaccionar con ira, enojo, victimización o con parálisis e inmovilidad
, y apremió al clero a actuar con base en la unidad y la empatía
, en función de la Carta a los Filipenses que leyó antes de la homilía donde el Evangelio llama a tener un mismo sentir
e invita a la humildad y a velar por los intereses de los demás
. En este sentido, la Iglesia ha asumido la defensa de los más olvidados y advertido sobre la tragedia social de millones de argentinos.