Montevideo. El actor y activista estadunidense Danny Glover expresó ayer su preo-cupación por los afrodescendientes de Brasil, 52 por ciento de sus habitantes, ante el futuro gobierno en ese país.

En Estados Unidos perdimos mucho con la derecha en el poder y temo por el impacto sobre esa población con el próximo presidente, Jair Bolsonaro, dijo Glover en una rueda de prensa en Montevideo.

Para el activista por los derechos de los afrodescendientes y embajador de buena voluntad de la Organización de las Naciones Unidas en Brasil se avanzó mucho contra la discriminación con los gobiernos de Luiz Inácio Lula Da Silva y de Dilma Rousseff del Partido de los Trabajadores (PT) entre 2003 y 2016.

“Hay que seguir luchando, sostuvo el actor estadunidense, quien se hizo famoso por sus películas de Arma Letal, junto a Mel Gibson, y ha tenido una vida ligada a los derechos humanos y particularmente de los trabajadores.

Entre 1966 y 1982 militó en Black Panther, la organización nacionalista negra, socialista y revolucionaria.

En Uruguay, Glover ha visitado al ex presidente José Mujica (2010-2015), al canciller Rodolfo Nin Novoa, a la ministra de Desarrollo Marina Arismendi y a la escuela nacional de policía.

Asimismo, acudió a ver a los trabajadores de la Compañía del Gas en huelga de hambre y participó en la firma de un convenio entre el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional y la organización no gubernamental Mundo Afro para la formación y capacitación de afrodescendientes para promover su inclusión social y combatir la discriminación en el mercado laboral.

Hoy se reunirá con jóvenes afrodescendientes de todo Uruguay en un congreso en Sarandi Grande, en el departamento de Florida.

Debate con jóvenes

Escuchar a los jóvenes es muy importante. Ellos quieren involucrarse cada vez más en los temas de su vida cotidiana, dijo el actor.

Glover no paró de hablar en los medios, de visitar organizaciones sociales y sindicales, escuchar y debatir, y reivindicar los derechos de una población que alcanza 25 por ciento en América Latina.

Glover fue invitado por la organización Mundo Afro, que desde 1988 se dedica a organizar y defender los derechos de los afrodescendientes en Uruguay y ha tenido una influencia creciente en el tema.

Los 255 mil afrodescendientes, 8.1 por ciento de 3.4 millones de uruguayos, siguen viviendo en una situación de desventaja respecto del resto de la población en lo económico, social, laboral y educativo.

Casi no hay docentes afrodescendientes en ese país, tampoco médicos, presentadores de televisión o dirigentes políticos, a pesar de algunas disposiciones antiracistas incluidas en una ley del 2013 que se cumplen a cuentagotas.

Esa ley establece cupos para cargos públicos, becas estudiantiles y cursos de capacitación para los funcionarios que deben aplicar estas medidas de inclusión y gestio-nar los recursos humanos del Estado uruguayo.

Mientras Glover, de 72 años, cumplía su agenda, se divulgó el cartel de una tradicional fiesta gaucha a realizarse en marzo en Tacuarembó. El promocional muestra a una mujer afro que amamanta a un bebé blanco, lo que generó la inmediata reacción de la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, y del estatal Instituto Nacional de la Mujer.

“Esa imagen nos retrotrae a un pasado que la sociedad debe rechazar porque invisibiliza el impacto de la cultura racista. Ejemplificar la Patria Gaucha con un ‘ama de leche’ (del siglo XIX y principios del XX) es como haber retrocedido siglo y medio; reproduce la subordinación racial”, protestó Arismendi.

La institución hizo un llamado a promover la inclusión social, económica y racial, y seleccionar imágenes que promuevan la igualdad