A la cancillería mexicana ya han llegado desistimientos de los políticos a quienes el actual titular del Ejecutivo federal confió varias embajadas y consulados sin que formaran parte del Servicio Exterior Mexicano (SEM).

A cónsules y embajadores políticos nombrados por el gobierno de Enrique Peña Nieto no sorprendió la solicitud de renuncia que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) les hizo llegar, sino las formas apresuradas para dejar el cargo, de acuerdo con fuentes diplomáticas consultadas.

Como adelantó La Jornada el pasado fin de semana, los diplomáticos que no son de carrera fueron llamados a poner a disposición su cargo a finales de octubre. La anticipación, explicó el futuro canciller, Marcelo Ebrard Casaubón, se debe a que el 1º de diciembre entra el próximo gobierno y todo debe quedar listo. Asimismo, informó que los nuevos nombramientos serán dados a conocer antes de esa fecha.

Al menos 17 embajadas y una veintena de consulados son dirigidos por políticos que no integran el SEM. Así, las renuncias de los embajadores de Uruguay, Francisco Arroyo Vieyra; Costa Rica, Melquiades Morales, y de Colombia, Blanca Alcalá, ya llegaron a la SRE.

En esta situación también está Gerónimo Gutiérrez, de Estados Unidos, que de concretarse la propuesta del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sería relevado por Martha Bárcena, actual representante permanente de México ante la FAO.

Otros nombramientos de políticos de Peña Nieto son Dionisio Pérez Jácome a la embajada de Canadá; el coahuilense Enrique Martínez y Martínez a Cuba; Carlos Almada López, de Sinaloa, en Japón; Orlando Arvizu Lara en El Salvador; el militante del PVEM y ex secretario de Medio Ambiente Juan José Guerra Abud, quien fue enviado a Italia.

Si bien es natural que al entrar un nuevo gobierno las designaciones políticas dejen su representación, contrario a lo acostumbrado, se les ha pedido terminar su misión el último día de la administración que lo encargó, observó una fuente diplomática.

Si lo vemos fríamente, es totalmente legal; si lo vemos en la práctica, hay muchas consideraciones que podrán argumentarse, expresó un diplomático. Tal es el caso de quienes viajan con su familia: es una consideración humana.

Relató que en los gobiernos priístas, existía continuidad de funcionarios con un nuevo presidente. En 2000, con los panistas, hubo jaloneos, pero existieron consideraciones. Con el retorno del PRI a la Presidencia las prácticas protocolarias permanecieron y, dependiendo de las circunstancias, hubo políticos en representaciones del extranjero que duraron meses, tras la llegada de la administración.