El Instituto Nacional de Migración (INM) tomará distancia de las funciones policiacas, para enfocarse en las tareas de atención y servicio, señaló Tonatiuh Guillén López, próximo comisionado del organismo.

Precisó que además de atender la coyuntura de la migración centroamericana, a partir del primero de diciembre será revisada toda la operación del INM –dependiente de la Secretaría de Gobernación– y, en su momento, la Ley de Migración.

Todo eso se va a revisar, porque son prácticas (del INM) de contención y de tipo policial y parapolicial, las cuales no están en el mapa del deber ser una institución y un país que busca un mejor trato de los mexicanos en el exterior, comentó a La Jornada.

Guillén López es doctor en ciencias sociales con especialidad en sociología por El Colegio de México; fue presidente de El Colegio de la Frontera Norte durante 10 años (2007-2017). Ha sido profesor e investigador de temas relacionados con la política regional, modernización de gobiernos locales y migración internacional.

En entrevista, subrayó que ante la migración centroamericana se deberá señalar también la responsabilidad de los países de origen, en especial de Honduras, su clase política y élite económica que ha sido poco solidaria y ha provocado los éxodos.

–Los dos comisionados más recientes del INM tienen experiencia en el área policial y labores de inteligencia, ¿el cambio de perfil –en el próximo gobierno– significa un giro en la atención al fenómeno migratorio?

–Más que personas, lo que está en el planteamiento del nuevo gobierno es dar un giro a la política migratoria con énfasis en la protección de los derechos humanos. Esto, de entrada, deja fuera del mapa inmediato cualquier visión relacionada con la fuerza, con la contención, señaló.

Guillén López considera que la migración puede contribuir al desarrollo nacional, a potencializar actividades económicas, como el turismo, y el aprovechamiento de las capacidades de los mexicanos que vuelven a su tierra.

A partir del mes próximo, detalló, se atenderá la coyuntura: las caravanas de migrantes centroamericanos y las deportaciones de miles de mexicanos procedentes de Estados Unidos.

–¿Qué hará ante el flujo de centroamericanos? Según datos de Gobernación, en la caravana hay infiltrados y presuntos delincuentes, algunos de los cuales ya han sido identificados y devueltos a su país.

–Hay que revisar eventuales situaciones de quienes aprovechen la movilidad para otros fines y que pueden estar en el escenario delictivo, pero ello sería marginal.

No debemos utilizar esos casos aislados para denigrar la caravana ni montar un fantasma que no corresponde a la realidad, señaló.